-
Arquitectos: ESTUDIO 87 arquitectura
- Área: 75 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:Albano Garcia
-
Proveedores: EUROSTONE, Folk Designer, Gustavo Andrada, Herrajes San Martín, Körb, Madera Gayoso, SBG, Transformadores Mazlemian
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proceso de diseño de esta casa se realizó codo a codo con los comitentes. En las primeras reuniones se decidió priorizar un programa cualitativo más que cuantitativo, priorizamos el aire, el vacío, la luz, el espacio y las vistas sobre la distribución de usos y la clasificación del programa.
La casa se relaciona con una construcción existente de una manera casi imperceptible, haciendo hincapié en el contraste y conectándose a través de vacíos de aire.
El aire no tiene un volumen definido y es sensible a la temperatura, es transparente e incoloro. Este fue nuestro disparador para una arquitectura que se comunica directamente al exterior en un continuo dentro-fuera que desdibuja los propios límites de lo construido. Aire que circula y recorre la vivienda refrescando los ambientes y generando ventilaciones cruzadas.
Para dividir los espacios interiores se prescindió de muros. Es el mobiliario el que limita temporalmente las superficies, construyendo una flexibilidad máxima y cambiante a través del tiempo y las necesidades de usos. El patio actúa como nexo entre la parte publica de la casa con la privada. No hay una puerta principal, sino varias unidas por la galería semicubierta. En cada una, las vistas despejadas se trasladan a un fondo de roble que enfatiza el único límite hacia la medianera vecina.
Dos planos horizontales sostenidos por 12 columnas metálicas y ventanas de piso a techo disponen el contenedor. Un alero y una serie de parasoles metálicos establecen un filtro de la potente acción del sol y crean un ritmo cambiante de fachada. La terraza verde accesible también ayuda en este aspecto y recupera el terreno absorbente ocupado. Los materiales que predominan son hierro, hormigón y vidrio, utilizando la madera de modo atemporal e indefinido.
Por las noches la casa se transforma en un gran faro, la iluminación indirecta a través de gargantas perimetrales y la regulación mediante domótica proporciona un gran confort, tanto espacial como visual. Es la luz (natural y artificial) la que produce espacios fluidos, sensibles, sin límites.