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Arquitectos: oftn studio
- Área: 105 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Choi Yong Jun
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tan Hapjeong es la segunda ubicación de la marca Tan, después de la primera tienda en Yeonnam, ambas diseñadas por oftn Studio. Antes de comenzar el diseño de la sucursal de Hapjeong, se enfatizaron dos puntos principales. El primero fue crear un espacio con un ambiente distintamente diferente al de la tienda de Yeonnam. Curiosamente, antes de iniciar el diseño, el equipo exploró los portafolios de peinado y los perfiles en redes sociales de los diseñadores que trabajarían en este espacio. El objetivo era reflejar la personalidad y el estilo de los usuarios reales en el diseño, completando así la identidad de la marca. El cliente también buscaba diferenciar esta ubicación al atraer a diseñadores con estilos únicos o aquellos que siguieran enfoques alternativos en la peluquería, en comparación con la primera tienda.
El segundo punto fueron las características únicas del propio sitio. El espacio contaba con una estructura de techo a dos aguas de madera y ventanas en la fachada con marcos de patrón enrejado. Durante la visita inicial al sitio, el equipo de diseño se sintió cautivado por estos elementos arquitectónicos existentes y decidió destacarlos como características clave. El objetivo era incorporar el encanto de los elementos envejecidos acumulados a lo largo del tiempo en la identidad de la marca.
Mientras que la tienda de Yeonnam transmite una imagen casual y moderna, utilizando principalmente azulejos de tonos neutros y materiales metálicos para lograr un aspecto limpio y sofisticado, la tienda de Hapjeong adopta un enfoque diferente. Al abrazar las cualidades envejecidas y desgastadas del edificio existente, el diseño buscó evocar una sensación de artesanía. La intención era crear un espacio que, aunque sin pulir, exudara el gusto único de la marca, convirtiendo las imperfecciones de la antigua estructura en una característica definitoria.
Ambas ubicaciones comparten un tema común, lo cual es evidente en su denominación. En lugar de llamarse "salones de belleza", se les conoce como "estudios de peluquería", destacando la idea de un espacio de trabajo. El objetivo es ofrecer a los clientes una experiencia relajada, como si estuvieran visitando el estudio creativo de un amigo para hacerse un corte de cabello.
Se aprovechó la luz natural tanto como fuera posible, y los materiales que reflejan la luz mantuvieron su textura y propiedades naturales. La transición del salón principal al área de lavado presenta un sutil cambio de nivel, resaltado con madera tratada a presión que revela su encanto a medida que envejece. Esta transición crea una experiencia espacial abierta, pero claramente separada. Los muebles funcionales en todo el espacio incorporan una variedad de materiales y patrones, añadiendo diversidad y carácter al diseño.