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Arquitectos: Michel Macedo Arquitetos
- Área: 313 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Eduardo Macarios
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Proveedores: BOLT Protensão
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situada en los límites del perímetro urbano, en un terreno amplio y elevado, esta residencia emerge como un hito de integración entre arquitectura y paisaje. Su ubicación privilegiada permite a los residentes disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, transformando el espacio en un verdadero mirador que, al mismo tiempo, sirve como refugio de la agitación urbana.
La concepción del proyecto arquitectónico estuvo profundamente influenciada por esta relación visual. El eje de la construcción fue cuidadosamente rotado hacia el paisaje circundante, lo que propició una organización innovadora de los espacios internos. Las áreas de convivencia y los dormitorios fueron dispuestos en la misma fachada, de manera que se maximiza la percepción de la vista desde diversos ángulos, promoviendo una experiencia sensorial que trasciende el simple hecho de habitar.
Ante la demanda del cliente de un programa que incluyera tanto una residencia como un área de fiestas, la solución inicial podría haber sugerido la separación en dos bloques distintos. Sin embargo, desafiando la lógica tradicional, la arquitectura optó por un único bloque, caracterizado por la presencia de un vacío central exuberante. Este espacio vacío, rico en vegetación, no solo divide, sino que, de manera sinérgica, une los distintos programas de la residencia, estableciendo un diálogo armonioso entre las funciones.
De un lado del vacío, encontramos la casa propiamente dicha, un espacio acogedor que alberga los dormitorios y las áreas de servicio. Del otro lado, el área de fiestas presenta una atmósfera vibrante, ideal para recibir a amigos y familiares. Las áreas de convivencia, rodeadas de amplias superficies acristaladas, crean una conexión directa con el vacío ajardinado, promoviendo una fluidez que integra los diversos espacios de manera orgánica. Esta transición se acentúa con dos terrazas que funcionan como elementos de enlace, otorgando a la residencia una sensación de unidad y continuidad.
La fluidez de los ambientes no solo enriquece la estética del espacio, sino que también contribuye a la calidad ambiental de la casa. La ventilación cruzada se optimiza, permitiendo una circulación de aire eficiente y saludable. Además, la abundante luz natural es filtrada por un exuberante jardín, que suaviza la incidencia del sol, mitigando el exceso de calor sobre las superficies acristaladas.
Aunque es un único bloque, la casa se asienta en el terreno con una delicadeza única. En la fachada principal, la estructura parece flotar, creando un efecto de ligereza que contrasta con la solidez del entorno. Al mismo tiempo, respeta la presencia de los árboles existentes, que se convierten en partes integrales de la composición arquitectónica, reforzando la conexión con la naturaleza.
De esta manera, esta residencia no solo dialoga con el paisaje urbano, sino que también se armoniza con el ecosistema que la rodea. El resultado es un hogar que equilibra contemporaneidad y acogimiento, creando un espacio donde la arquitectura se convierte en una extensión del entorno natural.