Los paisajes urbanos contemporáneos varían mucho de sus primeros precedentes, albergando la vida urbana en espacios interiores amplios como mega hoteles, centros comerciales y centros de transporte. Los atrios imponentes y las amplias galerías ahora son parte normal de la experiencia urbana, permitiendo la actividad pública "dentro" de la ciudad. Los interiores y el urbanismo a menudo se consideran en los extremos opuestos del espectro espacial, con la arquitectura sirviendo de mediadora entre los dos. La creciente importancia del "urbanismo interior" en el funcionamiento del entorno construido plantea la pregunta: ¿cómo se pueden reinventar las ciudades desde adentro hacia afuera?
El fenómeno del aumento del espacio urbano interior, denominado Urbanismo Interior, representa cómo la urbanización se extiende más allá de los límites externos de la ciudad para influir en el diseño y la dinámica de los espacios interiores, especialmente los espacios públicos. El concepto abarca la noción de que los espacios interiores, y en especial los espacios públicos, son elementos esenciales de la vida urbana, dando forma y reflejando el cambio en el diseño de las ciudades. También se puede percibir en espacios interiores continuos e interconectados en ciudades como mega estructuras, arcadas, pasajes subterráneos para peatones, puentes de conexión sobre el suelo y espacios de infraestructura.
La yuxtaposición de los interiores y el entorno urbano desafía las prácticas espaciales tradicionales. El Urbanismo Interior trasciende las nociones convencionales de espacios públicos y privados, donde los espacios internos se reconocen como parte del "ámbito público". La naturaleza en evolución de los museos, bibliotecas y otros espacios comunales dentro del contexto urbano señala la creciente importancia de los espacios interiores en fomentar la actividad pública y la interacción comunitaria. A medida que los centros comerciales y los edificios como bibliotecas asumen diversas funciones públicas, los espacios interiores comienzan a parecerse mucho a los espacios públicos al aire libre. Los edificios de oficinas también ofrecen una variedad de comodidades en espacios "públicos" compartidos como jardines en altura.
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Las raíces del Urbanismo Interior se remontan a las obras de John Portman and Associates en la década de 1960 y 1970 en Estados Unidos. Charles Rice, en su libro "Interior Urbanism: Architecture, John Portman and Downtown America", identifica la influencia de los proyectos de Portman, como Peachtree Center en Atlanta y el Hotel Bonaventure en Los Ángeles. Estos desarrollos, marcados por atrios internos expansivos, reimaginaron no solo hoteles y espacios comerciales, sino la esencia misma de los centros urbanos estadounidenses en medio de la agitación de la época.
Los edificios de Portman, como el Hyatt Regency en Atlanta y el Renaissance Center en Detroit, surgen como soluciones a las crisis que enfrentan los centros urbanos. El atrio, con su diseño circular y cerrado, simboliza un cambio de paradigma en la filosofía arquitectónica y urbana. Bajo la influencia de Portman, los vestíbulos de los hoteles se transformaron en espacios comunales con control climático, alentando tanto a los huéspedes como a los visitantes a quedarse durante largas horas. Muchos urbanistas expresaron consternación, argumentando que estas amplias áreas interiores formaban una "isla cerrada y artificial", disuadiendo a los ocupantes de salir y participar en la vida urbana en la calle.
La intención de Portman no era aislar los edificios de la vida al aire libre, sino servir como un "pulmón urbano" para descongestionar los barrios urbanos abarrotados y agitados. Imaginó los atrios elevados como "el corazón de la ciudad" que circula su energía al resto de la urbe. Su modelo propone una interrelación entre el espacio público interior y exterior, donde la vida urbana fluye sin problemas entre ambos ámbitos.
El urbanismo interior solo crecerá en importancia con el tiempo. En su artículo "Some Notes Towards an Interior Archipelago", el curador Brendan Cormier sostiene que "el 90% de nuestras vidas se pasan en interiores: la vida urbana es un asunto interior". Los cambios en el estilo de vida a lo largo de las generaciones, junto con el deseo de evitar ciertas condiciones climáticas, sirven como catalizadores para el mantenimiento del urbanismo interior. El fenómeno se observa ampliamente en ciudades con climas extremos, como restaurantes abiertos las 24 horas en Toronto, bibliotecas y espacios comunitarios administrados por la ciudad. Los habitantes de ciudades tropicales acuden a espacios "públicos" con aire acondicionado como centros comerciales y teatros.
En un momento en que los espacios interiores se han convertido en emblemas de los paisajes urbanos, han surgido preocupaciones sobre la autenticidad de la vida pública de una ciudad. La mayoría de los espacios urbanos interiores son propiedad de entidades privadas o asociaciones público-privadas. En general, los interiores públicos se perciben como espacios no democráticos y exclusivos. Esto plantea preguntas sobre la accesibilidad, los derechos cívicos y la custodia colectiva de las áreas urbanas interiores.
Las personas pasan cada vez más tiempo en interiores, ya sea debido a la amenaza de enfermedades infecciosas o a los crecientes impactos del cambio climático. Existe una necesidad urgente de abordar problemas de diseño a gran escala que se han puesto de manifiesto por fenómenos como el Urbanismo Interior. Ahora es más crucial que el campo del diseño de interiores considere preocupaciones de urbanismo, habitabilidad y equidad en la creación de espacios interiores públicos.
