El uso de plantas para filtrar las impurezas de lagos y ríos ya es una práctica común dentro del contexto de la sostenibilidad. Se trata de una alternativa que desconsidera agentes químicos artificiales en favor del mantenimiento de un ecosistema equilibrado. Ahora, estudiantes de la Escuela de Diseño de Rhode Island (RISD), una facultad de artes plásticas y diseño en Estados Unidos, fueron más allá de esta premisa, creando parterres flotantes hechos de micelio para limpiar los cursos de agua de contaminantes y al mismo tiempo restaurar el hábitat de áreas húmedas.
"Apodado 'BioPod", el parterre flotante fue desarrollado para mejorar la calidad del agua de un importante río en la ciudad de Providence. "Centramos nuestra atención en el río Providence porque es un curso de agua significativo en el corredor del río Blackstone, un río urbanizado con una larga historia de contaminación', explica la profesora Katia Zolotovsky. 'El Plan de Justicia Climática de Providence se centra en energía, aire y suelo más limpios, pero queríamos concientizar a las personas sobre la importancia de la salud del agua y la biodiversidad acuática".
La base de la cápsula es de micelio, donde se incorporan plantas nativas para crear mini ecosistemas amigables para los microbios. Las raíces, que cuelgan debajo de los BioPods, se alimentan del agua contaminada y la desintoxican en el proceso.
"Realizamos mucha investigación sobre plantas indígenas tanto para sistemas de agua salada como de agua dulce, ya que el río Providence es salobre", dice Manini Banerjee, una de las desarrolladoras del producto. "Intentamos crear el ambiente perfecto para bacterias que pueden descontaminar el agua", completa.
La base, que necesita ser anclada, puede funcionar en ambientes de agua salada y dulce dependiendo de las plantas que se le inserten. "Y la propia base de micelio también es muy buena para desintoxicar contaminantes", agrega Avantika Velho, otra diseñadora que trabajó en el proyecto. "Los hongos son los descomponedores de la Tierra; nos proveen de suelo y nutrientes".
Un mes después de la implementación del proyecto, el equipo comenzó a remover y probar la acumulación de metales, pH y nitratos, así como a examinar los biofilms "viscosos" que se acumularon debajo de las bases de cada parterre. "Sabemos que esta no es la forma más eficiente de filtrar el agua, pero los BioPods también construyen el suelo a lo largo de las orillas del río a medida que se degradan, creando esencialmente una zona húmeda en miniatura para sostener la vida en el río", dice Avantika.
La ecologista y científica marina Jennifer Bissonnette, directora del Nature Lab de la RISD, apoyó el proyecto desde el principio. "Las zonas húmedas purifican y reabastecen las reservas de agua subterránea, estabilizan las líneas costeras y protegen las áreas adyacentes contra tormentas e inundaciones", explica. "Proyectos como estos devuelven parte de esta función ecológica a áreas donde es extremadamente necesaria".
El próximo paso del equipo es crear versiones más accesibles de los BioPods para que cualquier persona pueda construirlos, incluso sin experiencia en diseño.
Vía CicloVivo.