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Arquitectos: sukchulmok
- Área: 239 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Hong Seokgyu
La oficina Sukchulmok redefine el lenguaje de las formas, añadiendo un toque moderno a un viejo edificio construido en 1983. Situado en Yongsan-gu, Seúl, el espacio del proyecto es una casa corriente de la década de 1980, con una fachada de ladrillo que hoy casi no se utiliza. Se aprecian rastros de ampliaciones y reparaciones por todas partes, lo que sugiere que el tiempo se ha pasado según el propósito y el usuario. Sukchulmok conserva estas marcas anteriores, añadiéndolas cuando es necesario, buscando una armonía estética en los proyectos.
El edificio, de dos plantas y 8 m de altura, estaba dividido de forma única en una planta, de estructura de hormigón, y dos plantas, de estructura de ladrillo. No se sabe si la primera impresión del edificio se debía al envejecimiento o a problemas técnicos, pero las barandillas de hormigón estaban ligeramente inclinadas, algunas paredes estaban dañadas y las tuberías de agua de lluvia no funcionaban correctamente. Para complementar las funciones antiguas e inestables y expresarlas en un concepto distinto, se hizo el gesto de conectar verticalmente un edificio irregular utilizando acero inoxidable.
Se aplicó un cilindro de 500 mm de diámetro, conectado verticalmente, como si organizara el edificio para formar un todo. Además, los gestos resuelven simultáneamente el papel funcional de refuerzo estructural o de recubrimiento de los conductos de aguas pluviales, al tiempo que armonizan con la textura anterior.
El acero inoxidable, los ladrillos descoloridos y la madera roja se utilizan como materiales de acabado para mezclarse adecuadamente con las huellas anteriores. Los ladrillos rellenados en distintas épocas en la segunda planta se exponen a patrones de ladrillo ligeramente diferentes para cada periodo de producción, lo que da la impresión de sentir el paso del tiempo.
El espacio interior de las plantas primera y segunda se terminó con lamas de cedro rojo, habituales en los salones de los años 80, y se dejó al descubierto la estructura de hormigón existente. Se utilizó una textura rugosa, creando una sensación lo más sofisticada posible. Con ello se pretende inducir la armonía adecuada y evitar un ambiente caótico.
El espacio, que ha sufrido continuas modificaciones a lo largo del tiempo, se ha adaptado una vez más para adoptar su aspecto actual en 2023. El cliente, que utilizará el local, recibe a los visitantes con productos de panadería profesional y café tostado in situ. Se espera que todos disfruten de una experiencia única, degustando deliciosos pasteles y bebidas.
*Todo el mobiliario utilizado se fabricó in situ.