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Arquitectos: Estudio Albar
- Área: 250 m²
- Año: 2023
Descripción enviada por el equipo del proyecto. A media hora del centro de Madrid, emplazada en una zona residencial y lindando al norte con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, se encuentra Casa EÑE; una moderna y natural casa pasiva de madera creada por Estudio Albar.
La vivienda parte de la premisa de los clientes de lograr una vivienda de Consumo Energético Casi Nulo y mínimo impacto medioambiental. Por ello, se tomó la decisión de certificar la vivienda bajo el estándar Passivhaus, garantizando que la vivienda alcance los más altos estándares de sostenibilidad y eficiencia energética.
Una casa hecha de estructura de madera, completamente industrializada, con fachada de corcho, ventanas de madera y pavimentos de cal, logrando el máximo confort para los usuarios y un hogar sencillo y minimalista para esta familia.
Se parte de una parcela de 1.800m2, rectangular, sin desniveles reseñable, con una gran encina en el centro. Pero al norte de la parcela, detrás de una tapia verde de 55 metros de largo de arizónicas se encuentra el Parque: hectáreas de encinas, jaras y enebros. Y al fondo, la Sierra de Hoyo.
La primera decisión fue la de incorporar el Parque a la parcela: retiramos esa tapia verde, conscientes que retirábamos una especie prohibida en el Parque y así unificar la Parcela y el Parque. Romper los límites cerrados de la urbanización. Integrar el Parque y su naturaleza en la vivienda. Hacer que la vivienda forme parte del Parque.
Por ello, se plantea una estrategia muy sencilla de proyecto: al norte, las vistas; al sur, el soleamiento. Se proyecta un paralepípedo rectangular de 40 metros de largo y 6 metros de ancho. A lo largo de los dos frentes principales se abren grandes huecos cuadrados, los del norte que enmarcan el paisaje y lo introducen en la vivienda, mientras que los del sur introducen el sol. Los dos frentes menores, totalmente ciegos, no nos interesan.
Este contenedor prismático acoge un programa de vivienda de 250 metros cuadrados con un esquema muy sencillo en el cual el perímetro queda liberado de cualquier tabique o elemento inmóvil, llevando a este perímetro las circulaciones de la vivienda. De este modo, cualquier circulación por la vivienda es equivalente a un paseo por el campo. Éste está siempre presente, silencioso, como un elemento más de la vivienda.
Y en planta primera, totalmente independiente a la vivienda, se corona con un pequeño pabellón destinado a despacho profesional de los progenitores. Al mismo se accede, nuevamente, deambulando por la cubierta plana, con el Parque como telón de fondo. Un pabellón con dos ventanas, una al norte y otra al atardecer. Completamente cerrado al sur, al jardín familiar.
Estrategias pasivas, así como una envolvente de alta eficiencia energética se han empleado para alcanzar el máximo confort del usuario y un consumo energético casi nulo en esta vivienda. Lo eficiente no es generar más energía verde, sino requerir la menor energía posible.
Una envolvente estructural de entramado ligero de madera, íntegramente ejecutada en taller mientras en obra se ejecutaba la cimentación, logró reducir el tiempo de obra a 6 meses, garantizando un altísimo control de calidad al introducir procedimientos industriales a la hora de construir esta vivienda.
Carpinterías de madera pino, corcho procedente alcornoques de Badajoz y Portugal para la fachada, pavimentos continuos de cal natural y tabiquerías forradas con tableros de madera chapados con roble natural, terminan de conformar esta agradable y sencilla vivienda de la Sierra de Madrid.