- Área: 254 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Yoshihiro Koitani
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Proveedores: AutoDesk
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Galería Dos Hijas es un proyecto que rinde homenaje a la arquitectura vernácula de las zonas áridas del mundo, buscando reinterpretarla de una manera contemporánea. Con un enfoque centrado en un sólo eje compositivo, la intervención se organiza como una máquina de vivir, donde las instalaciones se convierten en la médula de una columna vertebral que conecta a través de un pasillo elevado exterior atravesando todo el terreno, conectando la casa, galería y casa de huéspedes. Esta circulación externa, provoca el disfrute del paisaje y el clima, cada vez que el usuario cambia de espacio.
Situada en la hermosa localidad de Ensenada, Baja California, este proyecto emerge del matorral costero, un ecosistema frágil que desaparece con gran alarma en la región y cuya importancia es poco valorada. Para lograr una integración armoniosa con el entorno natural, se trasplantó cuidadosamente la vegetación situada en las huellas de los edificios para resguardarlas durante la construcción y reubicarlas en las zonas impactadas, generando así una simbiosis entre la arquitectura y la naturaleza circundante.
La construcción se llevó a cabo utilizando un sistema tradicional conocido como COB. Este método ancestral combina 3 materiales: paja, arcilla y granito para moldear la estructura, emulando el proceso de moldeado de una vasija de barro. Cada centímetro de esta pieza arquitectónica, requirió de un minucioso trabajo manual, evidenciando la intervención cuidadosa de sus artesanos.
Este método constructivo, no requiere ninguna estructura secundaria, los muros, desplantados en una cimentación de piedra, inician, en su base, con un espesor de 80 cm, reduciéndose progresivamente hasta 50 cm, con una delicada inclinación y finalizando con un escarpe exterior que produce su protección contra la intemperie y que lo corona con un cincho de concreto que amarra toda la estructura en la parte superior, estos elementos escultóricos, emergen como la erupción propia de la tierra, como formaciones naturales esculpidas por los elementos, la tierra, el agua y el sol y con la ayuda indispensable de las manos prodigiosas de los trabajadores auxiliados por los mismos dueños del edificio.
Este proyecto arquitectónico se distingue por su total independencia de la infraestructura común de una ciudad, los techos, capturan el agua de lluvia y la almacenan en su interior, la electricidad es generada a través de paneles solares, mientras que un sistema pasivo, se encarga de tratar, filtrar y reutilizar todas las aguas dentro del propio proyecto en armonía con su entorno.