Descripción enviada por el equipo del proyecto. Dada la multiplicidad de programas que contemplaba el encargo, el edificio se concibió como un conjunto de volúmenes con distintos grados de permeabilidad según su destino, los cuales a escala inmediata, se insertan dentro de la trama urbana, consolidando un paseo peatonal existente. A mayor escala, estos marcan un hito y una referencia visual dentro de la ciudad de Los Ángeles.
La homogeneidad de estos cuerpos está dada por su materialidad: hormigón visto, acero y cristal son los materiales predominantes que otorgan a la obra un carácter sencillo y despojado de todos los adornos que se acostumbra ver en este tipo de construcciones. Para disminuir la rigidez de los volúmenes se optó por alterar la verticalidad de algunos elementos estructurales situados en los perímetros, evocando troncos y ramas, como abstracción de los bosques que abundan en los alrededores y que constituyen además la principal actividad económica de la provincia.
El volumen más alto y visible a la distancia alberga un hotel. Hacia el poniente de la torre se ubica la galería de acceso; el volumen constituye el único punto de encuentro de los tres programas: hotel, casino y centro de eventos. Este es el recinto más expuesto al exterior por su transparencia y porque une las circulaciones peatonales entre las calles existentes.
Al poniente de la torre se ubica el volumen más hermético del conjunto, el cual alberga el casino y salón de eventos. En la fachada norte se marca un portal de acceso al casino desde el paseo y hacia el sur, los pilares enmarcan un” jardín vertical”, que nace a partir de una jardinera en toda su base. En el proyecto la iluminación artificial le da movilidad a las fachadas en la noche y da pistas de lo que se puede experimentar al ingresar a esta caja hermética: una carga de imágenes, luces y sonidos que alteran la noción del tiempo, dando pie a la entretención.