Arquitectos: Luis Corvalán Arquitectura (Luis Corvalán Veliz + Sylviane Hinque + Leonardo Seguel B.) + Lateral Arquitectura & Diseño (Christian Yutronic, Sebastián Baraona) Ubicación: Avenida General Mackenna 1369, Santiago, Chile Equipo de diseño: Guillermo Olate Vásquez, Jorge Salas Fecha: 2011
¿Qué es un símbolo? Decir una cosa y significar otra ¿Por qué no decirlo directamente? Por la simple razón de que ciertos fenómenos tienden a disolverse si nos acercamos a ellos sin ceremonia
(E. Wind)
I.
Los últimos años han sido testigos de cómo el Centro de Santiago, con toda su nobleza y belleza, ha sido invadido por la especulación inmobiliaria y comercial, lo que ha significado una deformación del perfil urbano histórico que dominaba sus calles y conformaba un espacio dentro de la ciudad a escala humana, amable, noble y sobre todo atractivo. Podríamos decir que el patrimonio urbano ha sido descuidado, pero no el de los edificios sino que el del espacio que los relaciona. Este “espacio patrimonial” definido por la altura de la edificación, la fachada continua y la marcada presencia de espacios públicos de gran calidad es ahora un bien escaso que solo podemos encontrar en las principales plazas y cerca de los principales monumentos, pero que antes era parte de una arquitectura y de un urbanismo anónimos presentes en cada calle y en cada esquina.
II.
Y es que si bien se lo mira, los espacios públicos de calidad necesariamente obedecen a un entorno acotado y bien logrado por edificios de calidad. El centro de Santiago, en su sector más consolidado, es una clara muestra de ello. Es fascinante reconocer en cada edificio público patrimonial un espacio público bien logrado donde la gente y diversas actividades siempre son protagonistas. Es el caso de la plaza de armas enmarcada por la Catedral y los tres edificios de su límite Norte (Correos, ex Cabildo y Municipalidad), el ex Congreso, el Palacio de Tribunales, El Teatro Municipal, también el Palacio de la Moneda y algunas Iglesias entre las cuales se encuentra la Iglesia Santa Ana y su plaza. Aún hoy es posible reconocer un tejido urbano que amarra todos estos edificios en un conjunto urbano fascinante digno de recorrer y reconocer. Primer premisa al momento de proyectar un edificio público en el Centro de Santiago: Edificio Público = Espacio Público.
III.
Pero si colocamos una mirada más atenta sobre la diversidad de espacios públicos del centro podremos descubrir una gran riqueza y variedad de tipologías ya que este no se limita sólo a plazas sino que también puede manifestarse a través de calles, pasajes, callejones y galerías interiores que atraviesan las manzanas. Estos espacios públicos ‘menores’ son mayoría y conforman una trama escondida, que convive con el trazado ‘oficial’. Son ordenamientos subyacentes, dibujos ocultos, formas fértiles que bien vale la pena descubrir y poner en valor. Cualquier terreno en el centro de Santiago tiene el potencial de ser parte de este dibujo y aportar con un espacio propio a este tejido. Una vez definido el terreno ¿Cómo establecer las relaciones con el resto de la ciudad? ¿Cómo responder a la complejidad de la vida urbana que ahí se desarrollará?
IV.
Nuestra propuesta nace dentro de una ciudad ortogonal con un trazado fundacional fuerte y límites acotados. En este contexto nuestro edificio es un objeto urbano que entrega plazas y vacíos, a diferencia de los edificios especulativos de su entorno comercial. Tiene una escala acotada acorde a la altura de edificación histórica del centro de Santiago y reconoce la altura de los principales edificios públicos patrimoniales con quienes comparte fachada por calle Catedral. Se entrega a la ciudad como un poder público autónomo, pero mantiene esencia de edificio público con un interior que muestra el orden y el conocimiento creado por los hombres para beneficio de los justos. Acoge a las personas a través de una plaza pública tipo galería que hace eco de la premisa de que un edificio público de calidad en el centro de Santiago necesita por defecto un espacio público de calidad.
V.
A falta de un referente en la cuadra el nuevo edificio institucional de la Fiscalía está llamado a convertirse en un hito dentro del entorno inmediato con un diálogo permanente con la Iglesia Santa Ana y su plaza pública. El edificio nace como un bloque que se esculpe en el tiempo. Es simétrico por sustracción, no por simetría obvia. Los espacios excavados en el volumen original son para acoger al usuario y al público y también para mirar por sobre los edificios hacia la cordillera al oriente y la Iglesia Santa Ana al poniente. El espacio central es el espacio donde se muestra el registro del conocimiento de las leyes como proyección de la actividad de su interior. Este busca ser equilibrado pero también fuerte en el mensaje. Buscamos por sobre todo valores (para el edificio) que puedan permanecer en el tiempo.
VI.
Nuestra propuesta es la de un edificio funcional, pero con un mensaje de apertura. Trabajamos con diversos grados de transparencia que se manifiestan a través de una fachada principal hacia la calle la cual tendrá un cristal serigrafiado con un diseño que permitirá ordenar la vista hacia el interior y proteger las oficinas de un entorno poco amable con la privacidad. Esta fachada (sur) en sus dos últimos pisos es doble conteniendo entre ambas fachadas un jardín colgante que nace en la terraza. Este espacio permite independizar aún más el programa más importante del edificio como la Sala de concejo y la oficina del Fiscal Nacional. Por último, los espacios excavados como la plaza y terraza del 7° piso son contenidos por fachadas de cristal combinados con madera y cielo de madera, los cuales le entregan al conjunto una nobleza e imagen acorde con lo que significa el trabajo con las leyes y la preocupación por la protección de los derechos de los ciudadanos.
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