- Año: 2008
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Fotografías:Ruiz – Cuevas Arquitectos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Las piscinas de Atxuri se encuentran empotradas contra la montaña que se sujeta por un muro de contención muy potente. Este muro tiene forma de ábside y se reviste de con cerámica en todo su interior.
Se ha elegido una cerámica blanca con un formato aleatorio bautizando por el maestro Gaudi como trencadis. El gran paño blanco dialoga con la lámina de agua utilizando la luz como lenguaje de comunicación.
El movimiento de la luz y del agua se ve matizado por el irregular despiece creando unos efectos muy atractivos que solo se aprecian en situ.
El punto del edificio donde se aprecian estos efectos producidos por la luz y el agua es al fondo del ábside mirando hacia la calle por donde gracias a un gran ventanal entra la luz.
El techo de laminas de madera ondulantes acompaña el efecto poniendo un contrapunto oscuro al muro blanco antes descrito. La cerámica se emplea en todos los revestimientos del vaso de piscina y las playas y vestuarios.
La razón principal de su uso es funcional ya que es un material antideslizante y que soporta muy bien el contacto con agua con cloro y ácido.
Pero cuando la empleamos en el revestimiento del gran muro de contención que confirma el espacio principal de la piscina el objetivo es fundamentalmente estético. Se busco una buena textura, reflejos y un despiece aleatorio.
Cuando observamos la gran pared de lejos la percibimos como un abstrato blanco. Pero cuando nos acercamos comenzamos a adivinar las diferentes texturas: El brillo del pulido de las piezas cerámicas contrastando con la película mate de las juntas entre las mismas.