Aldo Rossi, arquitecto de Milán, es reconocido por su trabajo intelectual, sus dibujos y obras de arquitectura. Su deseo de crear edificios que reflejaran sus pensamientos teóricos y sociales, se aprecia en la gran mayoría de sus obras, si no es en todas. El cementerio de San Catado, una de sus obras más representativas, es un claro ejemplo de esto.
El terreno sobre el cual se construye el proyecto, había sido años atrás, el hogar de un antiguo cementerio realizado por arquitecto Cesare Costa. Aquel cementerio se construye hacia mediados del 1800, quedando una gran variedad estatuas talladas a mano y lapidas en piedra.
El paso del tiempo, los vestigios de la muerte, y esa historia que el lugar guardaba de un siglo atrás, se transforman en la ruta analógica que Rossi introduce en el diseño de su cementerio, “La casa de los muertos”.
Rossi cree en la representación de las tipologías, pues en ellas está contenido gran parte del conocimiento arquitectónico a través de la historia. (Sus ideas quedan mejor plasmadas en el libro “Arquitectura de la Ciudad” de 1966). A partir de esta idea y en combinación con referentes de los cementerios judíos de la costa construidos en el siglo XIX, nace el diseño para San Cataldo, que en colaboración con Gianni Braghieri, gana el concurso en 1972.
Hacia 1976, la propuesta fue revisada antes de iniciar su construcción en 1978. El vivido edificio naranjo, que es solo una parte de las intenciones iniciales, ya había sido construido. Para eso años, Rossi sufre un accidente automovilístico, y tras estar un largo tiempo hospitalizado, comienza a teorizar sobre la estructura del cuerpo.
Sus pensamientos se vieron traducidos en sus escritos con la cita, “la cuestión del fragmento en la arquitectura es muy importante ya que puede ser que solo las ruinas, expresan un hecho completo… Estoy pensando en una unidad, o un sistema, compuesto exclusivamente para volver a montar fragmentos.”
Si se analizan los dos cementerios mencionados anteriormente, Rossi ha tomado los fragmentos de la composición formal que se encuentran dentro de cada uno de ellos, transformando o reduciendo elementos específicos, para ser representados en su propio plan.
Para delimitar el lugar, Rossi utiliza un muro perimetral similar al que se encuentra en el cementerio de la costa. “La casa de los muertos” es un gran bloque con una serie de perforaciones. Esta desprovisto de ventanas y techo. Similar a los vestigios que deja una antigua construcción en ruinas. Luego de él, aparece una sucesión de paralelepípedos, que van aumentando su altura, en una planta triangular. Como costillas fragmentadas, sin una columna central. La composición remata en un gran cono, que contiene la fosa común.
El cementerio de Aldo Rossi, no tiene techos, pisos, ventanas o puertas, son simples aberturas que pueden adquirir los distintos usos. Estéticamente puede hay quienes lo encuentren más o menos atractivo, pero importante es que aquí, el arquitecto milanés logra encontrar la manera de hacer arquitectura metafísica, en donde el visitante se enfrenta inevitablemente con la idea de la muerte.
Arquitecto: Aldo Rossi Ubicación: Modena, Italia Año: 1971 Fotografías: Flickr: username-guiba6, Flickr: username- miscellamyous, Flickr: username- olga s, MoMa, madrid2008-09.blogspot.com