La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, ha publicado el primer número de su revista TALCA. La revista publica artículos relativos a territorio, ciudad y arquitectura, cualquiera sea la disciplina de procedencia. Para presentarla, los dejo con su editorial.
Fotografía y experiencia del territorio
¿Qué sería lo previsible, lo familiar, lo previsible, incluso lo domestico, en volumen monográfico cuyo tema principal es el territorio al que los editores han querido escoltar con una serie de fotos? Desde luego que las imágenes fijaran el registro, que sirvieron como documento, que satisficieran por enésima vez esa expectativa realista heredada del positivismo. Tendríamos entonces una relación tranquila entre el mensaje visual y el lingüístico, una complementariedad sin trifulcas, a partir de la cual podría desplegarse también sosegadamente, por ejemplo, un discurso identitario compartido. Todo estaría puesto allí para que el lector/receptor lo percibiese a la manera de un reflejo, de un testimonio trasparente, no mediado, y por lo tanto, consignatario de un hallazgo feliz: el paisaje ya existe, el espacio nos antecede y acaso nos trasciende, solo hacía falta que lo “recogiéramos” y enseguida lo pusiéramos sobre el papel.
No es este el caso. Las fotos han capturado las emanaciones de un referente algo incierto: cielos, nubes, formas que tienden a la abstracción y que por lo tanto se vuelven infructuosas para cualquier declaración de especificidad constitutiva. De ellos surge una inquietud que se puede enfrentar, al menos, mediante cuatro tácticas de lectura.
A) Las nubes son el símbolo (un tanto ramplón) de una identidad más evanescente. Puesto que lo propio ya no debe esencializarse, puesto que las mutaciones perceptivas actuales obligan a sustituir el alegato a favor de las arraigos, la tradición densa, la pertenencia constante, por una epistemología de los flujos, las movilidades y las redes, estas fotos contribuyen a sacarnos al fin de tierra firme- aquella solidez anacrónica- para dejarnos flotando en las nebulosas contemporáneas.
B) Son imágenes de las que convendrían desconfiar. Espectáculos. Simulacros post-fotográficos. Territorios post-producidos, además de estetizados, sublimados. Virtualidad de la que se han escamoteado todas las miserias cotidianas.
C) Es posible que el objeto se encuentre aislado de su entorno, de un territorio determinable pero nuestro apetito de orden, nuestro apego al sentido, se las arreglará igualmente para descubrir las marcas de siempre. Pulsión icónica: entre el caos hallaremos un gesto íntimo o un panorama que solo a nosotros nos concierne. No escasearan a este respecto los respaldos: de partida el nombre de la revista; todos los anclajes textuales que resitúan a las imágenes equivocas en un ámbito seguro; la cita de Edwards Bello que habla de un colorido singular, único, el colorido de los cielos de Talca.
Por lo demás -diremos acicateados por nuestra voluntad de autoctonía- la serie misma incluye elementos que tal vez, formen parte del repertorio local: esos arreboles, esos árboles, esa franja oscura donde se intuye “el adusto espinazo (Yankas) de la Cordillera de la Costa”. Como sea volveremos a sentirnos en casa. Lo semejante retornará para aliviarnos o para sumirnos en una ambivalencia siniestra.
D) Estas fotos sólo hablan de sí mismas o , más bien, de la imagen fotográfica en general. Ya lo había dicho Dubois a propósito de las tomas de nubes (Equivalencias) que Alfred Stieglitz efectuará hace unos ochenta años. Nubes y fotos son máquinas de luz, fantasmas de luz. En ellas nos debe importar menos el contenido que su condición de índice, de huellas luminosas. Lo real se ha fijado en ambas aunque no necesariamente de una forma análoga. Antes que ponerse a representar- siquiera de modo remoto o sibilino- un territorio de cuya consistencia ha comenzado a dudarse, estas fotos recrean o refieren su propio proceso, su pragmática pre-digital, el acto que corta un trozo de infinito y le permite organizarse según una dimensión plástica o compositiva.
¿Insubordinación del medio que ahora se sacude su misión auxiliar, su secretariado, su oficio apenas ilustrativo, para apuntar enseguida- en un segundo movimiento- a la experiencia de un territorio ya no cartografiado sino vivido? Varios de los artículos aquí agrupados participan también de estas problemáticas. Esta la pastoral que quisiese retener la memoria de un paisaje nobiliario. Esta la poética topofílica que se arrima de nuevo a su rincón. Y están los empeños utopizantes por abrir un horizonte cosmopolita. Y los litigios suscitados por la tecnocracia. Y la figura de unos cuerpos en los que el entorno ha grabado sus marcas, unos habitantes que a su vez, han dejado sus rastros en el territorio, porque son co-presentes, porque los une una relación existencial, como en las fotos y en las nubes por obra de la luz.
Índice
06 Editorial
- Escrito 1
10 Apuntes de Región_ Juan Román
- Artículos
24 Derecho a paso_ Oscar Bustamante
30 Metro>Intra>Meta_ Javier Fernández Castro
38 Territorio olvidado_ Pedro Gandolfo
44 El territorio como la palma de la mano_ Antonio Gil
50 La emoción de la espesura, el espesor de la emoción_Carles Llop
54 La invención de territorios_ José Luis Ramírez
60 La estrategia de desarrollo económico territorial del Ministerio de Agricultura_ Álvaro Rojas Marín y Francisco Obreque
68 El Encuentro consigo mismo_ Cazú Zegers
- Escrito 2
74 Del Rich a la Puntilla_ Juan Diego Spoerer
80 Instrucciones a los autores