-
Arquitectos: CARREÑO SARTORI Arquitectos; Carreño Sartori Arquitectos
- Área: 468 m²
- Año: 2009
-
Fotografías:Marcos Mendizábal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En 1925 se funda el Zoológico Nacional. Esta condición histórica conlleva un cuestionamiento de cierta complejidad: las dificultades de espacio para los animales se contraponen a la virtud en su emplazamiento -inmediato a la ciudad, en una ladera de fuerte carácter natural y con una vista abierta de Santiago. La política que se ha tomado ha sido mejorar las condiciones generales del Zoológico, desarrollando distintos proyectos en infraestructura y gestión.
Pensamos que la relación de tiempo y lugar ha configurado una suerte de organismo, ordenado por un camino central que funciona como pieza mayor, sobre el cual se han ido montando una serie de construcciones y miradores que conforman el paseo del jardín zoológico. La condición tridimensional del cerro determina una gran complejidad para el conjunto, generando una serie de descalces entre las partes.
Desde esa condición de descalce hemos entendido la serie de proyectos que se nos ha encargado, instalando un conjunto de intervenciones que, a la manera de las prótesis, activan nuevos recorridos y lugares latentes.
En la Clínica Veterinaria, un solo edificio -en un sitio ajustado- debe recoger una cierta complejidad programática. A nivel de calle se resuelve el programa propiamente veterinario y de estancia de animales, con fácil acceso vehicular y de camillas. Se propone una altura de zócalo de 50 cm., para separar el suelo del exterior, distanciando las contaminaciones propias de un camino que sirve a otros usos, de un interior aséptico. En segundo piso se resuelve el programa de oficinas, laboratorios y dormitorio de residente.
El sitio tiene varios edificios contiguos formando parte de un conjunto -en que nuestra oficina ya había desarrollado la Dirección y Bodegas-, a partir de esta forma de los bordes de contacto se piensa el edificio. Además está orientado al sur y debe resolver la contención del cerro, presentando una gran dificultad para la iluminación natural.
Primero se dio un orden al uso interior, muy técnico, para el correcto funcionamiento veterinario y luego se comenzó un proceso que podríamos llamar de deformación –estirando y contrayendo las partes-, para conseguir ciertos atributos lumínicos y alcanzar a los edificios contiguos, recomponiendo un sistema de recorridos que ya habíamos introducido en la intervención anterior.
Entre las plantas de primer y segundo nivel hay una relación de 3/1 en los metros cuadrados requeridos, quedando la gran mayoría del programa en primer piso. De esto resulta un segundo piso con una gran terraza, que se piensa como una distancia en que -por el uso común- se relacionan la Clínica, la Dirección y el Comedor de Personal.
Los niveles de suelo –quirófano, rayos, farmacia, hospitales, necropsia- son de hormigón armado, para contener el cerro y asegurar la resistencia a un uso más intenso en términos de limpieza y transito. Este primer nivel no tiene mayores requerimientos de luz natural ya que muchos de los usos deben ser iluminados artificialmente. La galería se ilumina naturalmente desde el sur y en la zona de hospitales, que necesita una luz tenue para la recuperación de los animales, se incorpora una sucesión de altos patios para tener luz natural directa y ventilación, resolviendo el fondo de contención del edificio con una larga franja de iluminación.
Una vez levantado este zócalo de hormigón armado se propone una construcción de estructura metálica y forros de madera para el segundo piso, de manera de dar otra temperatura al tacto y aprovechar la mayor cantidad de luz con distintos tipos de ventanas para los interiores de trabajo, abriendo todo el piso con una galería al norte.