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Arquitectos: Planta 33 Arquitectura
- Área: 830 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Miguel de Guzmán, Palíndromo Mészáros
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se plantea la ampliación de un colegio de educación infantil y primaria cuyo número de alumnos ha crecido en los últimos años con dos nuevos proyectos: un aulario de educación infantil y un pabellón deportivo.
La inserción en los ajustados espacios libres del conjunto escolar exige una escala ajustada y una sutura precisa de las relaciones con los edificios circundantes.
El pabellón se sitúa en la zona norte del centro, en un recinto muy reducido que linda a través de un grueso muro de ladrillo con las vías del tren que llega a la ciudad de Talavera de la Reina. Esta limitación dimensional lleva a disponer el lado más largo del edificio en la orientación este-oeste.
Tipológicamente el proyecto desarrolla la tradicional nave con sección en diente de sierra, pero en este caso disponiendo los lucernarios en el sentido longitudinal de la misma. El volumen principal se abre generosamente a la luz de norte para obtener una pista con iluminación natural, uniforme y difusa que evite el deslumbramiento de los deportistas.
El edificio se resuelve de un solo gesto en bandas longitudinales de 2.77 m de anchura con perfil en Z, con voluntad de que plantas y secciones adopten la misma geometría y grafía. Cuatro lucernarios de grandes proporciones se pliegan sobre si mismos para formar en el lado este del pabellón un testero de planta escalonada que da acceso a los vestuarios y a un almacén, concebidos como continuación de dichas bandas. Entre cada dos piezas aparecen patios privados acabados con grava que permiten la correcta ventilación e iluminación natural de los vestuarios, enriqueciendo la vivencia de estos usos habitualmente considerados secundarios.
Su alzado sur constituye su cara hacia el patio de juegos del colegio. El acceso principal se alinea a través de un eje pavimentado con la entrada a los aularios antiguos, integrándose así con las sendas peatonales existentes en el conjunto. Un gran pórtico genera un espacio de transición con el pabellón y sirve también de lugar de juego sombreado en los recreos. Esta pieza baja se antepone al volumen de la pista deportiva atenuando su impacto visual hacia el colegio. Aunque aulario y pabellón deportivo pertenecen a topologías edificatorias muy distintas, la modulación estricta, la seriación de volúmenes y las texturas de sus fachadas hermanan ambos proyectos, que pueden ser entendidos como una operación conjunta.
Ensamblaje
Se ha realizado un ejercicio de construcción económica, ligera, seca e industrializada. Prácticamente todos los materiales de la obra se realizan en taller y se ensamblan en obra. Sin colocar un solo ladrillo. El buen cuidado de los encuentros permite dignificar y poner en valor los sistemas prefabricados de cerramientos autoportantes habitualmente usados para naves industriales. Las chapas con las que se suelen ver realizadas las vallas de obra se convierten aquí en material de acabado, humilde, pero digno en su honestidad.
La estructura metálica vista salva de una vez la luz de 19.5 m con pilares HEB180 y vigas HEB 500. Los lucernarios longitudinales se descuelgan de éstas con pletinas 100.6, decisión que ayuda a dar una imagen liviana al conjunto.
Los cerramientos se realizan con bandejas autoportantes galvanizadas, que quedan vistas al interior y chapa lisa o minionda lacada en gris o negro para cerrar el volumen hacia el exterior. Las cubiertas deck se ejecutan con chapa microperforada para mejorar acústicamente el funcionamiento de la sala. Tanto el recorrido de las instalaciones como las bajantes de aguas pluviales discurren por el interior de las bandejas, quedando completamente ocultas.