El arquitecto Andrés Orellana ha observado a las comunidades de pescadores existentes en las costas de Venezuela para proponer un nuevo tipo de vivienda sostenible que rescata y maximiza sus cualidades intrínsecas de autosuficiencia. Todas estas cualidades responden a largos procesos de adecuación a su contexto, las que gracias a las nuevas tecnologías de hoy pueden ser actualizadas y potenciadas en favor de sus habitantes.
Más detalles de los sistemas eficientes propuestos, después del salto.
Descripción por el Arquitecto. A lo largo de la historia nos encontramos con transformaciones constantes en la manera de ser de las agrupaciones humanas, esto significa la preservación de la especie a través de mecanismos de adaptación e interacción con el medio ambiente. Esta transformación ha determinado la permanencia de culturas tradicionales que se manifiestan dentro de un contexto muy variado de orientaciones diversas, estas culturas en nuestro tiempo cumplen con su proceso de adecuación con prácticas y conocimiento que se han transmitido dentro de ese núcleo a través de siglos; éste es el caso de las comunidades de pescadores de las costas de Venezuela, y riveras, cuya expresión cultural concreta se refleja en las prácticas constructivas dentro de un entorno contextual y biológico específico.
El lugar determinado para la ubicación del prototipo lo constituye la Isla La Tortuga en el Mar Caribe, por ser uno de los principales territorios en donde se encuentran establecidos de forma permanente las comunidades pesqueras de nuestras costas.
Concepto
Dada la trascendencia del peñero en el perfil del habitante de estas islas, siendo este el principal transporte y herramienta de trabajo, se tomó el colorido empleado en estos como parte fundamental de la expresión formal y de la estética resultante de la unidad habitacional, aunado la cualidad intrínseca del exoesqueleto portante de diversos crustáceos; entre ellos, el cangrejo y la langosta.
Sustentabilidad
Para maximizar la cualidad intrínseca de la "autosuficiencia" de estas pequeñas comunidades pesqueras y; por supuesto, para evitar la menor cantidad de impacto ambiental se propone la creación de un pequeño plan urbano -por más paradójico que pueda parecer- que tenga como principal tema, la "Sustentabilidad". Para ello se propone un patio central de energía eólica, "Patio de Viento", para abastecer de energía eléctrica a todas las viviendas aunado a la instalación de "Celdas Solares" en el prototipo.
Con la condición de doble techo se busca la creación de una eficaz cámara de aire que permita la circulación continua del mismo, expulsando el aire caliente producido por el calentamiento del zinc y las celdas solares. A esto le agregamos el diseño de recolección de aguas de lluvia que llena un tanque de agua para su almacenamiento. El cerramiento de cada unidad se caracteriza por ser bastante permeable en términos de permitir la circulación del aire y la entrada de luz, tamizándola para generar bellos matices de sombra.
En virtud de las posibilidades de crecimiento que se puedan plantar para cada pescador en términos de los miembros de su familia, se plantea un diseño fundamentado en un módulo específico (2.45 x 4.65), determinado por las dimensiones mínimas dispuestas para los tipos de recintos a ser habitados dentro de la vivienda y por las propiedades físicas de la madera empleada; en este caso, tablas de Pino Caribe.
Las unidades de cobijo y producción toman en cuenta su condición de uso, estableciendo dos grados de funcionamiento, que deben interactuar en este tipo de viviendas y asentamiento, "la habitación y el trabajo", todo ello en el ámbito estratégico, económico, político y cultural, donde la ocupación y la temporalidad del habitad sea permanente y de arraigo al Modus Vivendi pero de una manera digna, sustentable y de bajo impacto ambiental, donde la búsqueda se centre en mejorar la calidad estética, formal, constructiva, funcional y fundamentalmente la espiritual.
Título: Viviendo en mi peñero. Casa para un pescador
Proyectista: Arquitecto Andrés Orellana
Asistencia docente: Arquitectos Alfredo Sanabria, María Carolina Espinal
Trimestre: Enero - Marzo 2007, Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela