Descripción de los arquitecto. A lo lejos, el terreno se presenta inhóspito. Un macizo rocoso bastante inclinado y con vegetación-maleza surge bruto y rudo, pero rodeado de construcciones y terrenos aún exuberantes. Al Poniente el paisaje deslumbra... una vasta llanura, punteada por casas y cortada por la línea férrea. se extiende hasta el mar.
El programa requería cuatro viviendas unifamiliares y el proyecto acrecenta los ingredientes asociados a la situación y la idea brotó. Por lo tanto, aquel terreno rocoso, con aquella pendiente, merecía algo semejante eso..., pero las rocas debían acrecenta. So piedras habitables que se suspenden sobre el muro que delimita el terreno.
Lo que inicialmente constituía un dificil desafío se transformo en un punto clave pero enriquecedor del proyecto, y así mismo, las edificaciones brotan del suelo y acechan el paisaje prolongándose mucho más allá de los límites de cada lote, por el terreno y por los alrededores de modo ingenioso.
Así las viviendas fueron, pues, concebidas teniendo como principio la adaptabilidad de las construcciones al terreno y al mayor aprovechamiento ya sea de iluminación natural como del paisaje. De este modo, en terminos proyectuales, se optó por abrir los compartimientos habitables de las construcciones esencialmente al sur y sur-este, por lo que cada espacio habitacional responde eficazmente a sus propias necesidades y saca el máximo partido de las limitaciones impuestas por el terreno, alcanzándose a sí mismo una mayor privacidad para cada lote.
El proyecto apostó en la concepción de tres viviendas que practicamente se repiten al nivel de la partición interior, siendo encabezadas por tres cubos de cristal que se giran para el mar.
En el exterior, el resto del terreno del lote envuelve y abraza la piedra, parcialmente enterrada, que rodó en el suelo y se inmobilizó en aquel preciso lugar. Pero a su vez la cuarta vivienda brota del suelo, surge en los niveles que dialogan con el terreno y en sintonía con las otras tres viviendas, inmobilizándose sobre la calle. Esta vivienda se abre para el terreno que cae abruptamente hacia su límite oriental, coexistiendo pacíficamete con el antiguo adeducto de granito que serpentea entre los campos, y por lo tanto, sin prejuicios, se abre hacia fuera apropiándose del paisaje.
El que pasa a lo largo de la carretera se enfrenta a cuatro piedras talladas, las cuales están suspendidas en el tiempo para disfrutar de los paisajes que se agitan rítmicamente por el movimiento sereno mientras un tren pasa. El fondo del mar interfiere con el cielo y cae la noche ... y entonces sucede lo inesperado... cristales relucientes incrustados en cuatro grandes piedras brillan y centellan en la noche que nuevamente se inicia.