- Área: 21153 m²
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Fotografías:Francisco Berreteaga
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Proveedores: Porcelanosa Grupo, ULMA Architectural Solutions
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El edificio “Carmen Martín Gaite” es el primero de la ampliación del Campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid. Nuestra ordenación ganadora del concurso urbanístico dispone los edificios a uno y otro lado de un parque lineal que organiza los tráficos peatonales del campus. Este primer edificio resuelve el frente de la calle Madrid conectándose en pasarela con el edificio preexistente en la parcela y permitiendo cruzar el edificio en su zona central a través de un gran foyer que conecta el nuevo parque con el resto del campus. A uno y otro lado de este foyer se organizan en 2 plantas la biblioteca de humanidades por un lado y el aulario en el lado más próximo al aulario preexistente. Sobre estos, se organiza en una planta la zona departamental.
El diseño del edificio se sustenta en nuestro compromiso con la innovación y con la sostenibilidad, así como en el convencimiento de que una y otra van de la mano. Por un lado, frente a una arquitectura docente, tradicionalmente rígida, sistemática y repetitiva, apostamos por una arquitectura flexible, diversa y humanizada. Una arquitectura menos confiada en ser reflejo de la autoridad de la institución y más atenta a dar servicio a profesores y alumnos creando espacios de encuentro diversos donde acomodar un gran número de nuevos modelos de aprendizaje e investigación.
Por otro lado el edificio responde al creciente compromiso de todos los participantes con la sostenibilidad medioambiental. En el proceso del proyecto y de construcción se han incorporado innumerables medidas de sostenibilidad, consiguiendo un grado de excelencia no alcanzado hasta ahora en España por un edificio docente. Será el primero de este uso con Certificación LEED y la va a obtener en su grado más alto LEED PLATINO.
El proceso de gestación del edificio ha constituido un intencionado movimiento pendular entre la confianza en el sistema y la repetición por una parte, y la búsqueda de la excepción y la diversidad por otra. El sistema y la repetición, por un lado, ofrecen una tranquilizadora coherencia y economía de medios, al tiempo que ofrecen una intensa flexibilidad. Por otro lado, la excepción y la diversidad humanizan la arquitectura, y dotan al usuario de libertad entre múltiples posibilidades de uso concediéndole protagonismo.
Así, las crujías repiten una estudiada modulación que resuelven aulas grandes o pequeñas y despachos con eficacia. Sin embargo, estas crujías se quiebran buscando visuales, adaptándose al entorno y dando valor a los espacios de comunicación.
La estructura se traslada a fachada sistemáticamente para dotar de flexibilidad a las crujías. Se disponen pilares de hormigón cada 2,20m y se resuelve la luz de 11,40m de la crujía con losas postensadas. Sin embargo, los pilares desaparecen tras los pliegues de la fachada ventilada cerámica, hasta el punto de que en lugares como el acceso principal, las lamas parecen flotar ingrávidas.
La fachada, extraordinariamente sistemática, repite las mismas lamas, piezas cerámicas y ventanas por todo el edificio. Sin embargo, las ventanas se salpican de forma aparentemente desordenada resolviendo de forma eficaz la iluminación de los diversos usos y acentuando la voluntad de mostrar la diversidad que defiende el diseño.
El uso extensivo de pocos materiales en todo el edificio se explora hasta sus últimas posibilidades, exigiéndoles cualidades que les permitan responder de forma eficaz y atractiva a situaciones muy diversas. Dos son los materiales cerámicos que forman parte fundamental de la arquitectura del edificio.