Ubicado en la bahía de Doha, en Qatar, Sharq Crossing es un conjunto de tres puentes interconectados que recorren casi diez kilómetros en total. Diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, el puente conectará el distrito cultural de la ciudad con el aeropuerto internacional de Hamad y el distrito central de negocios en West Bay. Los puentes, que están diseñados para permitir el paso de 2.000 vehículos por hora a través de cada una de sus pistas, también están flanqueados por una serie de túneles submarinos para gestionar y dirigir el flujo del tráfico a través de la bahía.
"Sharq Crossing es una obra maestra del diseño y la ingeniería", comentó el presidente de Ashghal, Nasser Bin Ali Al-Mawlawi. "Al mismo tiempo de entregar una nueva arteria a la red de carreteras existentes en la ciudad, será un nuevo emblema para Qatar, reconocible en todo el mundo".
Pero además de dar cabida al tráfico de automóviles, el puente cubierto también incorpora un parque recreativo, al que se puede acceder a través de una pasarela elevada. Además de incluir este parque público, tendrá instalaciones de hospitalidad que se conectarán con el distrito central de negocios, ofreciendo magníficas vistas hacia la ciudad.
Este proyecto es uno de los muchos proyectos complejos (como el controvertido estadio de Zaha Hadid), que la ciudad está llevando a cabo para la Copa Mundial de Fútbol del año 2022.
"La arquitectura pública humaniza el paisaje natural y sirve a la comunidad", explicó Calatrava. "El proyecto Sharq Crossing para Doha es una gran oportunidad para desarrollar una obra pública excepcional y de gran envergadura".
