Desde un lado es un plano y desde el otro es un simple canto casi sin espesor; esta es la última instalación temporal realizada por la oficina de arquitectura Pezo Von Ellrichshausen, quienes consideran a “Mine Pavilion” como una proporción indefinida que de alguna manera refleja la típica silueta de las tipologías de torres escalonadas ampliamente exportadas desde los paisajes Americanos.
Conoce más detalles, después del Salto.
Arquitectos: Pezo Von Ellrichshausen
Ubicación: Speer Boulevard, Denver, CO, USA
Arquitectos a cargo: Mauricio Pezo, Sofia von Ellrichshausen
Colaboradores: Peter Weeber, Marta Mato, Yannic Calvez, Marta Tonelli
Superficie construida: 125 m2 (volumen 730 m3)
Fase proyecto: 2013
Fase construcción: 2013
Fotografía: Cristobal Palma, Pezo von Ellrichshausen
Curatores: Carson Chan, Paul Andersen, Gaspar Libedinsky, Abaseh Mirvali
Cliente: Biennial of the Americas
Construcción: Damon Howe, Custom Timber Works
Cálculo estructural: Ted Godfrey, NYL Studio
Estructura: Pino Oregón, granito
Terminaciones: Pino reciclado de plaga
Pisos: 5
Este artefacto asimétrico investiga la noción arquitectónica de escala. Es una estructura de madera que ha sido ensamblada de acuerdo a un simple principio de apilamiento gravitacional de elementos que reducen su tamaño en altura. Esta lógica estructural puede ser leída como una cita explícita de la clásica regla de “entasis”.
La pieza de madera de cinco pisos se ha construido como una transición secuencial que convierte un módulo de sección cuadrada en la mitad de su ancho sin alterar la sensación de unidad, de una entidad singular, de la totalidad de la pieza.
Este objeto de madera introduce una breve presencia escultórica en un punto conflictivo entre dos áreas consolidadas de la fábrica urbana. El formato angosto y esbelto del edificio reconoce tanto un doble carácter como una doble velocidad en la escena urbana: en una aproximación desde los cuatro pistas vehiculares del boulevard la pieza se puede percibir como un letrero translúcido; en una aproximación peatonal desde el centro histórico de la ciudad se puede percibir como una densa torre.
Desde un lado es un plano y desde el otro es un simple canto casi sin espesor; una proporción indefinida que de alguna manera refleja la típica silueta de las tipologías de torres escalonadas ampliamente exportadas desde los paisajes Americanos.
Su fabricación se basa en miles de pequeños listones de madera bruta reciclada de bosques con plaga. El interior sombreado y ventilado funciona a la vez como túnel y puente que alivia temporalmente la exposición del sitio eriazo.
El pabellón no tiene fundaciones sino una carga adicional de diez toneladas de granito distribuida en repisas y bandejas laterales. Estas piedras no sólo definen el paisaje natural inmediato del pabellón sino que evocan la actividad minera que sirvió para fundar la ciudad en este preciso lugar.
