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Arquitecto: Andrés López Fernández
- Área: 8109 m²
- Año: 2011
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Fotógrafo:Manolo Toledo, Fernando Alda
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La configuración y extensión de la ciudad de El ejido se ha realizado prácticamente en la segunda mitad del siglo XX. Este fuerte incremento de población ha hecho necesaria la dotación de un nuevo edificio judicial que concentre todos los órganos de administración de justicia. El lugar elegido para ubicar el complejo se sitúa en un área de expansión ocupada por una trama poco cualificada de viviendas de baja altura y naves comerciales. La parcela se encuentra en un enclave conformado por la confluencia de dos calles en V con la avenida del Oasis, vía importante que conecta el municipio con la costa. Dadas estas circunstancias, la primera premisa del proyecto fue dotar al edificio de una disposición volumétrica que impusiera orden en la zona y que otorgara al conjunto el carácter institucional que requiere un palacio de justicia.
La parcela es un triangulo isósceles con dos lados que dan a sendas calles y la base es una línea de medianera. La ocupación se realiza con dos bloques de distintas alturas paralelos a la medianera, separados de esta con una pequeña calle-rampa de acceso al nivel bajo rasante y conectados en plantas baja, sótano y segunda. Esta disposición permitió liberar una superficie de plaza delantera que funciona como atrio al aire libre. La plaza está presidida por el volumen de mayor altura que singulariza la intervención y sobre la medianera se sitúa el bloque más bajo, con objeto de adecuarse a la edificación circundante.
El edificio pretende transmitir al ciudadano la doble condición inherente a la administración de justicia, por un lado la solidez y firmeza representada por la contundencia geométrica y material del edificio, y por otro lado, la transparencia, plasmada en la constitución de los contornos porosos de fachadas y particiones que permiten la relación amable y matizada del conjunto edilicio con su entorno urbano de escaso interés. De hecho, en la construcción de la fachada principal se usa una formalización que recuerda a las urnas colocadas sobre estantes.
El programa del edificio resuelve los requerimientos de usos y circulaciones de los distintos usuarios del complejo. El acceso se produce desde la plaza delantera, y en este nivel se sitúa el vestíbulo general y los servicios de mayor afluencia de público, sala de bodas, registro civil, oficina general, juzgado de guardia y clínica forense, estos dos últimos con entradas directas desde la calle. El vestíbulo principal se conecta con el espacio más importante del edificio, la sala de espera de las salas de vista en planta primera, a través de una escalinata, un vacío y una galería abierta a la plaza. Esta sala de espera tiene altura de 20 metros y configura un vacio vertical interior, protegido por una celosía de hormigón y vidrio, al que abren también las oficinas de los juzgados, situadas en las cinco plantas superiores. El bloque mayor, por tanto asume las funciones de atención al ciudadano, salas de vistas y oficinas de juzgados y fiscalía. El bloque pequeño alberga archivos, juzgado de guardia, clínica forense y nueva oficina judicial. El interior del edificio participa de esta idea de transparencia y neutralidad empleando vidrio y materiales de tonos blancos y metálicos. Únicamente se realizan acabados con materiales cálidos en las áreas representativas como sala de bodas y salas de vistas.