La Casa Ugalde, diseñada por el importantísimo arquitecto español José Antonio Coderch, en colaboración con Manuel Valls, fue construida en 1951, por encargo del ingeniero Eustaquio Ugalde. El sitio escogido, en la localidad catalana Caldes d’Estrac, se posa en una ladera con mucha pendiente sobre la bahía, desde donde se tienen distintas perspectivas del paisaje costero y donde se presencia una abundante vegetación. Desde este privilegiado terreno, la casa de muros blancos parece haber crecido de manera orgánica, absorbiendo y respetando a la vez todas las características de la naturaleza alrededor.
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El ingeniero Ugalde periódicamente realizaba paseos junto a momentos de reflexión en un punto específico del bosque, donde actualmente se encuentra la vivienda. Desde ahí, él podía admirar el bello paisaje hacia tres puntos principales, norte, sur y este, vistas que se debían mantener en el proyecto de Coderch.
Así nace el encargo principal, donde el arquitecto plantea la casa para que su amigo Ugalde pudiera disfrutar del paisaje completo desde un solo lugar. Así, con un juego de muros blanqueados y transparencias, la Casa Ugalde se adapta a la topografía del terreno, incluso respetando los árboles originales, componiendo un conjunto de volúmenes blancos que se integran de manera perfecta al entorno.
Para acceder a la vivienda, Coderch diseñó un largo muro blanco que va conduciendo al usuario, y que a la vez esconde el paisaje que hay detrás, para luego, una vez traspasado el umbral de acceso, la vivienda se abra hacia el paisaje enmarcando las lejanas vistas hacia el mar, desde el gran estar, que actúa como el núcleo o corazón de la vivienda.
Este espacio articula, a partir de una planta orgánica, los tres principales espacios de la casa, los dormitorios, la terraza y el pabellón de invitados, a los cuales se accede a través de una esbelta pasarela.
Estos volúmenes que se adaptan a los movimientos del terreno, componiendo cambios de niveles y escalonamientos, van generando además diversos espacios exteriores que producen juegos de sombras, de llenos y vacíos, patios privados, terrazas sobre las cubiertas y diversos miradores, logrando así satisfacer de una muy buena manera las premisas del cliente con un diseño condicionado totalmente por las vistas y los pinos existentes en el sitio, que finalmente termina por fusionarse con el entorno.
El año 2003 la Generalitat de Catalunya declaró la Casa Ugalde, una de las casas más importantes a nivel internacional del siglo XX (según la revista japonesa AU, 2000) como Bien Cultural de Interés Nacional.
- Año: 1951
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Fotografías:Francesc Català-Roca