Desde 1985 que existe el deseo por ampliar el edificio del MHN. Este año la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos logró concretar la convocatoria para un concurso de anteproyectos, se espera que el proyecto ganador inicie su construcción el año 2015.
"Estamos muy satisfechos con los resultados. Ha sido un trabajo muy positivo entre el MOP, la Dibam y el equipo del MHN. La infraestructura del museo es tan importante como sus colecciones, y esta ampliación lleva muchos años esperando ser concretada. Ahora, las propuestas que se han presentado no son solamente formas arquitectónicas, también son formas de comprender el museo y de proyectar su futuro", declaró Diego Matte, director de la institución.
A continuación les presentamos la propuesta ganadora del Segundo Lugar a cargo del equipo formado por los arquitectos Guillermo Hevia García + Nicolás Urzúa + Tomás Villalón y luego la propuesta ganadora del Tercer Lugar a cargo de Lyon Bosch arquitectos
SEGUNDO LUGAR
Nombre del proyecto: Un museo en torno a un jardín
Arquitectos: Guillermo Hevia García + Nicolás Urzúa Soler + Tomás Villalón
Arquitecto Especialista en Patrimonio: Amaya Irarrázaval Zegers
Ingeniero Civil Estructural: Demetrio Concha Larraín
Colaboradores: Teresita Echaurren, Juan Pablo Corral
“El segundo patio es el jardín clásico, admirado por los viajeros que llegan a Chile, un pequeño oasis de frescura y fragancia en medio de la ciudad”[1]
El proyecto es la construcción de un vacío, un jardín sensorial que se rodea por un edificio. Nuestra primera decisión ha sido completar la secuencia de patios que ha caracterizado a las construcciones del centro de Santiago, generando así una nueva relación interior entre el Patio del Museo, el nuevo Jardín del Museo y el Patio del Edificio de Bomberos.
En un contexto donde el suelo es escaso, la generación de un vacío lo más grande posible, equivalente en tamaño y complementario al patio central del museo, con la vocación de un jardín interior, lleno de colores, perfumes y estímulos para los sentidos, aparece como una atmósfera de incalculable valor. El edificio es el resultado de construir este nuevo vacío. Históricamente el primer patio de los edificios y construcciones de aquella época, es duro, empedrado y público, destinado a recibir visitantes y carruajes.
El segundo patio, por el contrario, es más privado, un jardín destinado a la vida familiar. Se ha construido este nuevo jardín rodeado de corredores (siguiendo la estructura existente en el primer patio) y ha sido dividido en 4 paños florales y vegetales variables, con una fuente de agua en el centro. “El agua es la que levanta el espíritu y también presta un servicio utilitario, regando los 4 cuadros de flores y vegetación, donde hay una gran variedad de ellas: camelias, rosas, lilas, violetas, peonías. También hay plantas aromáticas: jazmín, madreselva, azahar del naranjo, arrayán, ñipa, cuyo perfume se deja sentir temprano en la mañana o bien entrada la tarde, recogido por la interioridad del patio.”[2]
Este nuevo jardín será el centro del proyecto, y busca construir un espacio que siempre debió haber estado allí. En torno a este jardín funciona y se estructura el nuevo edificio, que no excede en altura al edificio histórico para colocarlo en valor, y que ha sido entendido como un complemento de este, de manera de entender el conjunto como un solo edificio unitario.
Se ha optado por una resolución formal centrada en la estructura, sobria y atemporal, que se integre de manera armónica con lo histórico y existente, de manera de unificar el conjunto y no introducir ruidos y modas de las que lamentarse en el futuro. La resolución material es noble y monocromática, en base a una estructura o esqueleto de hormigón a la vista, cerramientos de placas de piedra y cristal. El nuevo jardín está presente y cualifica todos los recintos. Ya sea a través de la relación directa con el corredor del primer nivel, mediante vistas puntuales hacia él desde todos los niveles, o a través de los otros sentidos, como la percepción del perfume de sus flores y frutales, o el sonido del agua de la fuente, de manera de que siempre podemos verlo o sentir su presencia.
Los recorridos que integran el edificio histórico con el nuevo proyecto, se producen a través de este nuevo orden de patios, transformando los corredores en un deambulatorio continuo, de manera de integrar lo histórico y lo nuevo mediante un recorrido continuo, en torno al cual se estructura la exposición.
El programa cumple un rol fundamental, y ha sido organizado en torno a niveles, manera de que el resultado sea un edificio totalmente integrado y unitario. Se mantiene un primer nivel público y de acceso ciudadano, que se complementa con las exposiciones temporales. Las colecciones permanentes han sido ubicadas en el segundo nivel, como manera de ordenar la visita. En el tercer nivel hemos optado por ubicar el Auditorio, de manera activar la nueva terraza panorámica hacia la torre del reloj y las demás torres y campanarios del centro de Santiago, que de lo contrario carecería de vida.
[1] Irarrázabal, Raúl, Architectura chilena: la búsqueda de un orden espacial, Santiago, Chile, Editorial Nueva Universidad, 1978, pg. 24 - 25
TERCER LUGAR
Arquitectos: Arturo Lyon Gottlieb, Alejandra Bosch Kreis (Lyon Bosch arquitectos) y Manuel Araya Salas
Ingeniero estructural: José Antonio Ramírez Urra
Arquitecto especialista en patrimonio: Soledad Valdivia Ávila
LUGAR
El lugar es un espacio interior de manzana junto a la Plaza de Armas de Santiago, contenido en tres de sus lados por notables edificios públicos y en el cuarto por el patio del edificio de Bomberos. Está definido por límites macizos y de formas irregulares propios de los medianeros de interior de manzana. Se ubica al norte del Palacio de la Real Audiencia, que actualmente contiene el Museo Histórico Nacional, dejando su fachada norte hacia este espacio. La posición para el nuevo edificio plantea la posibilidad de constituir un segundo patio, el que junto al patio central del palacio y al de bomberos constituirían una secuencia única de espacio interiores de manzana con un carácter público que pueden ser conectados de forma continua con la Plaza de Armas.
PROPUESTA
Proponemos extremar las relaciones entre patios interiores de esta manzana, para conformar una extensión del carácter público de la Plaza de Armas, articulada con programas y requerimientos propios del museo. Pensamos este edificio como un volumen suspendido entre medianeros, una estructura desnuda, que revela la profundidad de la manzana y se instala entre descalces de medianeros y construcciones existentes. Se trata de una estructura habitable, como un puente ferroviario, que articula los distintos programas y niveles existentes del museo y al mismo tiempo despeja el suelo público para crear un acceso al patio de bomberos y para una sala de espectáculos y eventos. Esta sala se abre al nuevo patio, usándolo como escenario en donde la fachada norte del palacio aparece como telón de fondo.
ESTRUCTURA
El volumen elevado se construye a través de piezas de madera laminadas para configurar dos fachadas estructurales reticuladas en las caras norte y sur, conformando vigas que salvan una luz de 21 metros con apoyos fijos en el poniente y deslizantes en el oriente. La disposición de los elementos de estas fachadas nace a partir de las retículas de tipologías industriales de la que se eliminan los elementos que se encuentran sometidos al menor esfuerzo, evidenciando la naturaleza fuerzas asimétricas que actúan sobre esta estructura. El volumen se completa a través de una serie de vigas laminadas de 16 metros de longitud que conectan las fachadas en el nivel inferior, intermedio y superior, rigidizándose a través de las placas de entrepiso.
PROGRAMA
El programa se organiza en tres estratos:
El nivel de suelo que contiene los programas públicos del museo, como acceso a la muestra permanente, biblioteca, archivo fotográfico, salas educativas, cafetería, tienda y auditorio. Estos usos hacen que la mayor parte del nivel de suelo sea accesible de forma libre, activando el uso del museo como un espacio público.
El estrato superior contiene el programa de exposición con las nuevas salas para la colección permanente y para exposiciones temporales, terminando con una terraza publica en la cubierta. Las dos nuevas salas contenidas en el volumen suspendido son plantas libres sin pilares de 21 metros de longitud y 15 metros de ancho, permitiendo múltiples configuraciones para las muestras permanentes y temporales. La fachada sur es vidriada, dejando acceso de luz indirecta al área de exposición y mostrando la fachada norte del palacio y las torres del museo y de la Catedral de Santiago. En casos requeridos la sala se podrá oscurecer completamente a través paneles dispuestos a los largo de la fachada sur, dejando un área de circulación entre la muestra y la fachada.
El estrato inferior contiene los programas de conservación del museo a través de laboratorios y depósitos en dos niveles. Los laboratorios se ubican bajo el patio propuesto, recibiendo iluminación indirecta a través de una serie de tragaluces. Tanto depósitos como laboratorios se ubican en el subsuelo para disminuir las oscilaciones térmicas y reducir los requerimientos de energía para mantener las temperaturas de conservación.
CIRCULACIONES
Dos núcleos concentran las circulaciones verticales. Uno ubicado en el sector poniente contiene el montacargas y el acceso de servicio a través de Correos, y otro ubicado en el lado oriente contiene la circulación vertical publica y administrativa a través de ascensores, escaleras y rampas que articulan los niveles del palacio y con los del edificio existente en el límite oriente. Las escaleras y rampas se adosan a la construcción construyendo una nueva fachada que protege a las oficinas del sol poniente. De similar forma en el límite poniente del patio, se construye un volumen adosado al medianero que conecta el segundo nivel del palacio con las nuevas salas, conformando un circuito de exposicion permanente con su bajada y salida a traves del patio de eventos.
