El edificio se emplaza alineado en el lado sur con uno de los edificios proyectados por el arquitecto Fernando Távora.
Frente a la fachada norte está previsto un eje con árboles los cuales enmarcan el acceso al Centro Cultural.
Formalmente, el edificio está definido por una forma cuadrada en conde cada espacio necesario para el funcionamiento del edificio queda inscrito dentro de estos límites.
La imagen intenta asociarse con la arquitectura naval, especialmente al barco Gil Eanes.
Este gran contenedor tendrá un fin multipropósito dirigido a la cultura y actividades deportivas.
Los accesos principales se sitúan en el lado norte y sur. Las entradas de servicio se concentran en las demás fachadas.
El interior es amplio y permeable, existiendo la posibilidad de divisar el mar desde el nivel de acceso.
La intención es que la transparencia sea capaz de otorgarle la mayor cantidad de luz en relación a los demás edificios.