Descripción enviada por el equipo del proyecto. El terreno sobre la playa de Los Coirones, de 20 metros de ancho y 70 de fondo, tenía una de las primeras casas del balneario de Cachagua y se aprovechó parte de su estructura para dar el ancho máximo de frente al mar a los recintos de la casa nueva.
El terreno es un plano que sale desde la calle hacia el mar y luego cae abruptamente hasta llegar a la playa. La casa se emplaza en el encuentro del plano con la pendiente, se ancla en el suelo y se yergue frente al mar marcando las vistas sin desarraigarse del interior. La casa se despliega en vertical. La caja de la escalera actúa como un gran tragaluz que absorbe el sol del norte iluminando y distribuyendo la luz, y calentando el interior. También es atrio y el eje de las circulaciones verticales.
Sol y vistas están en fachadas opuestas de la casa. El norte es acceso, terreno plano, protegido, terraza al sol. El sur es vertical, playa, terraza en volado, vistas espectaculares.
El volumen es compacto, cúbico, de hormigón visto y cristal. Los interiores claros, con piso pétreo de tono cálido y elementos de madera color miel. Hay especial preocupación por la eficiencia energética, por la aislación térmica, por los techos integrados al paisaje. Se aprovecha el sol al máximo para iluminar y templar la casa.
El espacio interior está medido para no salirse de la escala de una casa en esta playa. Las plantas de la casa están siempre referidas al atrio de la escalera, pero cada una forma una unidad cerrada. Solamente en la caja de la escalera se tiene la visión de los 3 pisos en forma simultánea. Luego, al avanzar en la casa, los tamaños se contienen y la atención se enfoca hacia el mar.
La pendiente del terreno cesa al llegar al plano de la playa y pasa gradualmente de la vegetación del jardín a la arena de mar. El terreno concluye en un plano previo a la playa protegido por un cerco transparente. Aquí se instala una segunda unidad de la casa, de piso de madera que no toca el suelo, y sombra construida, para acotar un lugar de estar y comer, en un mirador al nivel del mar.