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Arquitectos a Cargo: OOS AG
- Área: 222 m²
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Fotografías:Dominique Marc Wehrli
El terreno -ubicado a 1.500 metros sobre el nivel del mar en Feldis, Suiza-, tiene impresionantes vistas sobre las sierras que rodean las montañas, los valles y sus colinas empinadas. La sutil manipulación de una sencilla estructura de madera dispuesta en el sentido de la cota, la ancla sólidamente en medio de las rocas, de una manera similar a un afloramiento de roca solitaria desplazada después de un desprendimiento.
La casa aparentemente monolítica, aparece estrecha y luminosa y luego ancha y pesada, asumiendo un aspecto diferente dependiendo de la perspectiva en la que se mire. La apertura y el cierre de las persianas de generosas proporciones afecta directamente a la expresión externa de la casa. La simple organización interna puede interpretarse de dos maneras. En primer lugar, la planificación permite que cada espacio sirva al otro, en una jerarquía abierta. La segunda interpretación es un salón abierto de tres niveles, un espacio que fluye sin interrupción desde la entrada hasta las zonas de estar.
Un espacio negativo, directamente detrás de la capa externa de la piel, acuñado entre, debajo y encima de los dormitorios más íntimos, transforman el espacio en una escultura viviente. El ajuste elegante y estiramiento de la estructura permite que las habitaciones aprovechen al máximo el espectacular panorama alpino. Estas habitaciones, que varían en tamaño y geometría, están diseñadas para maximizar la experiencia espacial; cada ventana encuadra una imagen precisa del paisaje circundante. Los ocupantes cambian activamente la expresión externa del edificio a través de la apertura y cierre de las persianas.
Las exigencias ambientales específicas del sitio y el proceso de construcción determinaron la elección de la madera como material principal. Esta elección garantiza la flexibilidad deseada en la planificación y la construcción, mientras que estructuralmente, las características de la estructura de madera se complementan con las ventajas de una construcción masiva. La necesidad de una casa simple, esporádicamente ocupada, permitió que el aislamiento acústico fuese minimizado. Estas reducciones considerables en los espesores de los muros internos no sólo simplificaron la construcción, sino que también dieron lugar a considerables beneficios espaciales en el interior.
El techo en voladizo por sobre la terraza extiende conscientemente el sistema de construcción a su límite. El efecto resultante, de una sencilla casa de vacaciones caracterizada por la variabilidad espacial, se ve reforzada por la crudeza del revestimiento de madera.
El tiempo debía ser capaz de dejar su impronta en el edificio. La transformación continua debido al proceso de envejecimiento natural se ha registrado tanto en el interior de las persianas venecianas, y fuera, en el exterior de la piel, y las placas de acero desplegadas en lugar del tradicional muro de contención de hormigón. La eventual transformación del edificio en el tiempo refleja un proceso natural que permite la integración de la casa en medio de su entorno natural.