Los arquitectos de NRJA (No Rules Just Architecture), han explorado recientemente la ocupación de los muelles en la isla de Ķīpsala, en Riga, Letonia, a la espera de la actualización de los nuevos reglamentos de construcción en el centro histórico de la ciudad. La propuesta presenta un edificio de oficinas flotante -invirtiendo el concepto de rascacielos-, al que ellos llaman "el primer waterscraper" (algo como "rasca-aguas"...).
Más información e imágenes del prototipo, a continuación.
Este proyecto de edificio de oficinas acuático se configura en base a cuatro niveles habitables: un nivel técnico bajo el agua, 2 plantas superiores y una terraza superior.
Las zonas de vida del nivel principal se despliegan en base a una planta de forma orgánica, con "brazos" que conforman seis muelles y un acceso conectado con la tierra, a través de un mismo suelo contínuo.
Este nivel incluye un espacio central de encuentro, un auditorio y recintos flexibles de planta libre, que se conectan con otros espacios similares en el segundo piso. Este segundo nivel mantiene la idea de un suelo contínuo, abriéndose al mar en todas direcciones.
El proyecto reconoce como ventajas el hecho de requerir menos superficie -al ordernar el espacio en diferentes niveles-, la posibilidad de tener vistas panorámicas hacia el agua, contar con una única vía de acceso y entregar espacio de estacionamientos para la ciudad.