- Área: 10000 m²
- Año: 2008
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Fotografías:Miguel de Guzmán
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Proveedores: Parklex Prodema
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto forma parte de una ordenación en manzana, de la que ocupa cerca de la mitad aproximadamente, compartiendo el resto con dos edificios más. Está situado en los antiguos terrenos de Altos Hornos de Vizcaya que desaparecieron en la década de los 80. Posteriormente RIA 2000 procedió a la urbanización de dichos terrenos que han configurado el área de Lasesarre.
En 2000 la propia RIA 2000 convocó un Concurso Restringido para la manzana en cuestión que fue dividida en tres sectores. Nuestro proyecto fue el ganador de uno de los mismos.
Las ordenanzas fueron modificadas para adaptarse a la propuesta del proyecto ganador. Se bajó de altura la planta baja, se suprimieron los chaflanes y se proyectó una fachada en curva. Con todo ello se pretendía enriquecer el tipo de ordenación urbanística existente que se consideraba excesivamente convencional. De este modo se estaban generando también nuevos espacios diferentes de las calles convencionales de fachadas paralelas lo que generaba una mayor superficie de acera. Esta penetraría a través del edificio uniéndose al patio de manzana que estaba previsto como una plaza pública. De este modo, los bajos que cuentan con locales comerciales, se organizan en forma de pórticos de acceso a dicha plaza.
La fachada del edificio se compone de bandas horizontales con líneas continuas de huecos en las que se alternan ventanas y terrazas. Todo ello refuerza la curvatura y la unidad de la misma dotándola de una escala propiamente urbana. Está coronada, además, por un ático cuyas terrazas se interrumpen por volúmenes revestido de chapa que imponen un ritmo en el edificio, de lo contrario excesivamente horizontal.
La planta es más convencional con dos viviendas por rellano. Las de la última planta tienen amplias terrazas, sobre todo las de la esquina más afilada del edificio.
En cuanto a la estructura, se buscó que correspondiera con el carácter horizontal y pesante del edificio. Es de hormigón armado con pilares en “V” en los bajos para reducir su número y hacer, al mismo tiempo, más expresivo el peso del edificio sobre los mismos.
Dado el carácter del proyecto, en el que se buscaba el contraste entre peso y ligereza, el primero marcado por la horizontalidad y por su relación con los pilares de los bajos y la segunda por las líneas continuas de huecos, se buscó que los materiales fuesen acordes con estos efectos, contribuyendo a reforzarlos. Se plantearon, en consecuencia, diferentes alternativas siempre partiendo de la materialidad. Se tanteó una primera solución en prefabricados de hormigón desechada para no caer en una excesiva uniformidad, como porque se buscaba un color oscuro y al mismo tiempo brillante, incompatible con los productos existentes en el mercado.
Buscando entonces una fachada ventilada cerámica, se contactó con el ceramista Toni Cumella que ofreció la posibilidad de realizar unas piezas de distinto tipo que combinadas daban un juego de texturas, lo cual se consideró muy adecuado al efecto de variabilidad y destonificación que perseguía inicialmente, pero que se vio enriquecido. Las piezas eran mates y brillantes, siempre entonadas en gris oscuro, siendo la pieza mate colocada alternativamente al revés para potenciar la textura.
La fachada se completó con carpinterías de madera oscura y paneles de “Prodema” para los capialzados de las persianas. Estos están ligeramente resaltados respecto a las carpinterías, generando una línea horizontal.