El sillón, creado por el diseñador chileno Ignacio Hornillos, se genera a partir de la abstracción de la forma de un champiñón. El concepto de abstraer “lo natural” se entiende como una manera contemporánea de captar la realidad y reinterpretarla para producir objetos más puros y sencillos de ver. La reducción geométrica del objeto real consigue, en su abstracción y simetría, múltiples significados que ayudan a establecer una interacción empática con la persona que observa el sillón.
Esta pieza de diseño, con una forma entre lo natural y lo estricto, está concebido en un único material y bajo unas premisas exactas de dimensionado tanto en su estructura como en su ergonomía. Se ha elegido el acero, como símbolo moderno y flexible que permite ejecutar el diseño entero y que muestra a la vez, lo ligero y lo resistente de una pieza para sentarse. Su diseño atiende a una formalización precisa que busca la comodidad del usuario y se estructura con los elementos mínimos, colaborando el tubo y la chapa como un conjunto único. El encuentro entre tubo y plancha se reduce a unos simples dispositivos que consiguen de manera disimulada, construir la silla y sujetar el peso.
Concebida para decorar tanto espacios domésticos como zonas de oficinas, se fabrica en serie mediante producción industrial y está disponible tanto para interiores como para exteriores, pudiendo conformar un elemento icónico de nuestro mobiliario actual.
La silla está hecha de acero al carbono íntegramente. Acorde con patrones estándar para la correcta colocación de la espalda, el diseño del asiento ha sido concebido como un elemento extremadamente fino, pero a la vez cómodo y resistente. Está disponible en distintas terminaciones: blanco y negro texturizado y acero inoxidable brillo.