- Área: 469931 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Jose Manuel Cutillas, Larrión y Pimoulier
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En respuesta a la escasa definición del programa y a la gran necesidad de flexibilidad que demanda, se ha desarrollado una propuesta basada en la sencillez organizativa y de composición, agrupando los distintos usos del programa en un único edificio.
El programa se divide principalmente en dos partes de funcionamiento independiente: el vivero de empresas y el centro tecnológico; adecuadas cada una a las distintas necesidades técnicas y espaciales que condicionan los aspectos constructivos, estructurales y de instalaciones.
La definición del volumen del edificio se configura como una unidad formal, material y, por tanto, visual, donde las distintas alteraciones en plantas elevadas evidencian las distintas partes del programa y permiten un mayor aprovechamiento de la luz natural y de las vistas. Dicha volumetría potencia el carácter rotundo y representativo del centro, fácilmente visible y reconocible desde la distancia.
Las fachadas, se resuelven en plantas superiores, con grandes celosías de aluminio anodizado, que permiten el control solar, evitan la incidencia de luz directa sobre los vidrios. La orientación de dichas celosías, así como la densidad de las mismas y el efecto de superposición entre varias de ellas permite controlar y adaptar con un mismo lenguaje formal y estético la fachada a las distintas orientaciones. Los aleros de las plantas elevadas también varían sus dimensiones en función de la orientación para adecuar la protección solar a los distintos programas del centro. La planta baja, en cambio, se diseña como zócalo ciego de las superiores, con un acabado de hormigón visto.
Con esta configuración uniforme de fachada y una estructura de grandes luces, se buscaba desde el inicio del proyecto la mayor versatilidad espacial y funcional, con posibilidades de reorganización interna, áreas interconectadas y elevado grado de confort lumínico y ambiental. Esta solución arquitectónica flexible ha permitido, incluso en la propia ejecución de la obra, modificar los espacios interiores donde las actividades a desarrollar de los primeros usuarios se iban definiendo a la vez que el edificio se iba construyendo.
Urbanización
La aproximación al edificio y acceso principal se realiza a través de una gran plaza. La entrada principal del edificio se resuelve mediante el juego de volumetrías de la pieza girada y separada del auditorio y vestíbulo principal. Contiguo a él, a lo largo de toda la fachada norte, se comunica el gran espacio del showroom, polivalente, subdivisible y accesible desde el vestíbulo y desde el vivero de empresas.
En planta baja, se ubican también los talleres y laboratorios pesados que se sitúan en torno a un patio central, con acceso rodado para vehículos.
El centro tecnológico dispone en planta primera de laboratorios, vestuarios, una sala de reuniones y un gran espacio diáfano de trabajo. La planta segunda, se destina a despachos, oficinas, un aula de formación y salas de reuniones.
En cambio, en el ala del vivero de empresas, las plantas primera y segunda se dividen en espacios entre 50-75 m2, acondicionados con instalaciones diversas y opciones flexibles de compartimentación, para poder albergar y adecuar distintas actividades empresariales.
La urbanización exterior del parque tecnológico se completa desde la plaza de acceso principal con un paseo longitudinal ajardinado como eje de comunicación con los futuros edificios del centro. Este paseo queda delimitado por parterres ajardinados que a modo de "cuñas" verdes inclinadas ocultan los vehículos estacionados al peatón. El uso de arbolado autóctono en toda la zona garantiza su buen desarrollo, mantenimiento mínimo, óptima integración visual y mejor transición con la naturaleza existente de la ladera de Montejurra.
Criterios de jardinería (ejecutado parcialmente)
Los criterios básicos de la jardinería se definen atendiendo a la óptima adecuación para esta zona geográfica, entendiendo esta actuación como una oportunidad para recuperar un espacio natural y equilibrado. Se busca la creación de un espacio natural de uso complementario teniendo como objetivo la recuperación del sistema vegetal autóctono eliminado con las obras de construcción y de urbanización.
Se dispone la vegetación, pensando tanto en la vegetación de porte alto como medio y bajo, generando diferentes espacios según los criterios de diseño y ubicación dentro de los distintos ámbitos de la jardinería. Se reduce el uso del césped a los parterres del paseo principal debido a su elevado consumo de agua y a su mantenimiento. Para la zona ajardinada de la fachada norte y oeste se plantean arbustos y tapizantes con riego por goteo.
El terreno de montaña excavado o removido después de las obras está deteriorado y alterado, hecho que ha generado una pérdida de la capa vegetal del suelo. Mediante la introducción de ciertas especies autóctonas arbustivas y tapizantes como el romero o la lavanda, al cabo del tiempo, el suelo comenzará un proceso de desarrollo con la aparición primera de especies arbustivas de corta vida que al crecer y morir irá modificando el suelo y su riqueza permitiendo la aparición de nuevas especies. Este proceso deriva en la creación en el futuro de un ecosistema de bosque equilibrado autóctono del lugar y otras especies más ornamentales pero igualmente viables dentro de los parterres del paseo.
La estrategia a seguir para conseguirlo será la introducción de varias especies a la vez, que junto con el apoyo de riego por goteo, permitirán mantener un espacio “natural” artificial, prácticamente independiente y autosuficiente.