Descripción enviada por el equipo del proyecto. La idea principal de este proyecto consistió en la construcción de un bloque de hormigón y un volumen vidriado sobre una plataforma de madera ubicada al borde de un acantilado con el motivo principal de aprovechar la sorprendente vista que se alcanza a 300 metros sobre el nivel del mar, desde donde se pueden ver los más de 1,000 metros de playa, el monte Teide y toda la costa norte de la isla de Tenerife.
Las habitaciones y las áreas de servicio se encuentran concentradas en un nivel rectangular que se une al área del estudio, estar y cocina a través de un espacio de doble altura. Ambos volúmenes que están organizados en L apuntando hacia la costa. Todas la vistas hacia la costa mezclan el mar y la plataforma de madera.
Un gimnasio se encuentra ubicado en el sótano con acceso directo desde la terraza.
Tanto los espacios interiores como los espacios exteriores fueron diseñados con hormigón a la vista, mientras que grandes paños vidriados fueron colocados enfrentando la vista hacia la costa.
En el paisajismo se utilizaron especies nativas y en la pendiente que une la calle con el acantilado, por lo que la vivienda parece estar inserta en el acantilado cuando es vista desde fuera.