Foster + Partners, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), ha emprendido un estudio para explorar las posibilidades de utilizar la impresión en 3D para la construcción de viviendas lunares en el polo sur de la Luna (donde existe luz del sol perpetua). La oficina ya ha diseñado una base lunar que podría albergar a cuatro personas y ha comenzado a probar la estructura en una cámara de vacío que hace eco de las condiciones lunares.
La cáscara de la base, que tiene una estructura celular cerrada inspirada en los sistemas biológicos naturales, debe ser capaz de proteger a los habitantes potenciales de "meteoritos, radiación gama y las fluctuaciones de altas temperaturas". Xavier De Kestelier, socio de Foster + Partners, la oficina ha realizado "diseños en climas extremos en la tierra, explotando los beneficios ambientales de la utilización de materiales locales y sostenibles - nuestra habitación lunar sigue una lógica similar."
El estudio también abordará los desafíos del transporte de materiales a la Luna y está investigando el uso del suelo lunar, llamado regolito, como materia de construcción potencial.
Más detalles del comunicado de prensa de Foster + Partners, después del salto.
La oficina ha diseñado una base lunar para alojar a cuatro personas, que puede ofrecer protección contra meteoritos, radiación gama y las fluctuaciones de temperatura. La base se desarrolló primero desde un módulo tubular que puede ser transportadao por un cohete espacial. Una cúpula inflable se extiende entonces desde un extremo de este cilindro para proporcionar una estructura de soporte para la construcción. Capas de regolito se construyen sobre la cúpula por una impresora 3D robot que genera una capa protectora.
Para asegurar su fuerza, la cáscara está formada por una estructura celular cerrada similar a la espuma. La geometría de la estructura fue diseñada por Foster + Partners en colaboración con los socios del consorcio - pioneros en demostrar el potencial de la impresión 3D para crear estructuras que están cerca de los sistemas biológicos naturales.
Texto Vía Foster + Partners