- Año: 2012
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Fotografías:Mauro Davoli
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Sansepolcro, a la mitad del camino entre Santiago de Compostela y Jerusalén, y lugar de nacimiento de Piero della Francesca, está rodeado por las colinas existente en la frontera entre la Toscana y Umbría. Piero observó casi siempre el paisaje desde el interior: para él, el fondo era importante, ya que era el punto de vista. La aplicación de la perspectiva extraordinaria de sus imágenes impone la relación entre el ojo, la arquitectura o monumento y el paisaje con claridad didáctica. El paisaje de Sansepolcro es un lugar reconocido ya en la descripción dada por Plinio: "Hermoso es el aspecto de la región: se puede imaginar como un inmenso anfiteatro que sólo la naturaleza es capaz de crear."
El nuevo cementerio se desarrolla en un contorno rectangular, que incorpora el cementerio existente completamente en el lado sur, y parcialmente en el lado norte, a través de varias ampliaciones, desde los años 1800 hasta el presente.
El cuerpo perimetral, formado por terrazas de ladrillo, se adapta a las tendencias altimétricos que varían, desde el este hacia el oeste, por aproximadamente diez metros lineales. Desde el exterior, el desarrollo en el lado más largo -de 150 metros lineales-, el cementerio parece ser una especie de base para las colinas. Desde fuera, se ve la base de apoyo del paisaje, y desde el interior se puede ver el paisaje enmarcado.
La gran cruz, una pasarela suspendida en el interior dipuesta sobre la base del perímetro, hacia la ciudad, introduce una vía urbana precisa que indica el nuevo acceso principal. Con respecto al muro circundante, la cruz se va desmaterializando hacia arriba.