Sin duda, el 2012 ha sido un año intenso, lleno de altos y bajos para todos, incluso para la arquitectura, es por esto que hemos querido recordar y hacer un cierre del año englobando todos aquellos momentos, los dignos de recordar y también esos que es mejor dejar atrás.
Los invitamos a leer este resumen de cierre y a comentar con lo que ustedes creen que ha sido lo bueno, lo malo y lo feo de este año para el mundo de la arquitectura.
De seguro, una de las cosas buenas que ha tenido este año es que ha estado muy ligado a la arquitectura y principalmente a la exhibición de ésta. La Bienal de Venecia, la Bienal Iberoamericana de Arquitectura en Cádiz, la Bienal Panamericana de Arquitectura en Quito y la Bienal de Arquitectura de Chile han sido eventos protagonistas este año y nosotros hemos estado allí. Viajamos a Italia, España y Ecuador, para realizar una completa cobertura in-situ y así llevarles a ustedes un retrato lo más fiel posible de estos importantes acontecimientos para el mundo de la arquitectura.
Por otra parte, de lo más lamentablemente sucedido este año sin duda son las pérdidas humanas. Este año nos dejaron grandes maestros, arquitectos de larga trayectoria y otros más jóvenes con una prominente carrera por delante. La partida de Oscar Niemeyer este 6 de Diciembre fue un hecho que marcó el fin de este año, con sus 104 años no dejó a nadie sin un nudo en la garganta tras su fallecimiento. Por otra parte, la temprana partida del español Luis Mansilla, de la oficina Mansilla-Tuñón, a sus 53 años fue un hecho que impactó enormemente al medio.
También tuvimos otras pérdidas como la del destacado arquitecto peruano Juan Günther Doering, el arquitecto español Manuel de Solà-Morales y los arquitectos chilenos de gran reconocimiento Euclides Guzmán y Horacio Borgheresi Ramírez. Sin duda, un evento triste desde lo humano, pero que por fortuna deja un legado muy importante, además de las obras de arquitectura, muchos de ellos fueron grandes teóricos o académicos, todo este patrimonio es el que permanece vivo.
Dentro de lo feo de este año quizá podríamos nombrar el cotilleo en la arquitectura y entre arquitectos. Las polémicas de baja categoría y críticas sin fundamento. También por otra parte la falta de modestia para reconocer errores, ya sean de diseño o de gestión, que muchas veces se cometen en esta profesión tan compleja, la falta de crítica responsable y también de autocrítica.
Esperamos que este 2013 sea un año próspero, lleno de buena arquitectura y por sobretodo de una arquitectura más humana, cercana a la gente y a sus necesidades, arquitectura para individuos y comunidades. Además de los impactantes y modernos edificios de miles de millones, queremos una arquitectura sencilla, consciente de su entorno, de sus materiales y de quiénes la habitarán. Queremos más arquitectura pública, que una y congregue, que resulte un aporte a su entorno, que regenere barrios o localidades. Queremos más y buena arquitectura en cada extremo del mundo y si es posible publicarla, exhibirla y transformarla en un referente.
Los invitamos a opinar qué sería lo bueno, lo malo y lo feo de este 2012 para la arquitectura y cuáles son sus deseos para el año que viene.
