A finales del 2011, los promotores inmobiliarios Jack Arama y Daniel Schapira lanzaron un concurso privado para renovar las antiguas instalaciones industriales de la fábrica de sombreros Girardi. Desde las bases el encargo se presentaba como un caso excepcional en el mundo inmobiliario, ya que estas no solo obligaban a conservar la mayoría de los edificios existentes –que no cuentan con ningún tipo de protección patrimonial- sino que además hacían especial énfasis en la idea de la construcción de un espacio público y cultural, por sobre los aspectos más comerciales del proyecto.
Ubicado en una esquina privilegiada de la ciudad de Santiago y de un peso importante dentro de la memoria colectiva de sus habitantes, el complejo industrial Girardi presentaba la oportunidad única de construir algo nuevo sobre los firmes cimientos de estos edificios de un valor histórico, patrimonial y cultural incuestionable.
De un total de 7 oficinas que participaron de este concurso, los elegidos fueron el equipo conformado por Albert Tidy, Gabriel Cáceres y Daniel Lazo.
Proyecto.
La propuesta se basa en 3 conceptos básicos que le otorgan su carácter:
1. La puerta:
El barrio Italia se ha proyectado durante los últimos 10 años como uno de los sectores “trendy” de la capital. En sus calles conviven tiendas de diseño, moda, pequeñas galerías de arte, cafés, restaurantes y los ya tradicionales ebanistas de calle Caupolicán. Destino turístico obligatorio, el barrio busca consolidarse como el distrito del diseño de Santiago, sinónimo de creatividad, innovación y vanguardia.
La Factoría Italia se plantea como una acción de escala urbana, que busca crear una puerta de acceso al barrio, abriendo la manzana y generando un punto de encuentro en el límite norte del llamado circuito del diseño, en sintonía con lo que ocurre en ciudades como Madrid, San Francisco y Berkeley, con las puertas de Alcalá, la ChinaTown Gate y la Sather Gate, respectivamente.
2. La plaza:
La idea fundamental que da forma al proyecto es la de generar un centro, un espacio público capaz de resistir eventos urbanos de toda magnitud -desde conciertos al aire libre, bienales y lanzamientos hasta pequeñas ferias dominicales- que a la vez complemente las naturales carencias de un barrio en pleno proceso de transformación.
Esta idea se manifiesta en el proyecto a través de una gran plaza abierta de más de 3000 m2 que atraviesa el predio en toda su dimensión norte-sur, efectivamente conectando Av. Bilbao con la calle Luis Montaner. El proyecto abre la manzana –históricamente impenetrable- para entregar un espacio donde conviva el comercio, el diseño y la gastronomía con actividades culturales y artísticas, todo animado a través de un enorme espejo de agua que puede secarse parcial o totalmente para soportar eventos de distinta índole. Bajo la superficie de la plaza, además, se construyen una serie de servicios que buscan complementar las actividades del sector: más de 600 estacionamientos y un supermercado.
3. La reconstitución critica:
El método propuesto para intervenir el patrimonio existente consiste en completar los vacios dejados por los edificios originales con formas arquitectónicas que pueden o no haber sido parte de un “total imaginario”. De este modo cada nueva línea que se traza en el conjunto tiene su origen en la rigurosa geometría industrial de las naves existentes, un adn en común, evitando caer en falsos históricos o intentos de mimesis y evidenciando deliberadamente lo que es intervención nueva y lo que ya existía.
Programa.
El proyecto celebra la diversidad programática. En él conviven distintos tipos de usos -todos afines a los principios de creatividad, innovación y vanguardia- apostando a que la gran variedad de actividades que allí ocurran ayude a consolidar el barrio como un atractivo polo cultural.
El programa consiste en:
-4000 m2 de oficinas, tanto en los edificios nuevos como en los antiguos tras ser renovados. De generosas dimensiones, han sido concebidas como un cruce entre oficina y taller, de modo de ofrecer espacios flexibles y versátiles capaces de acoger profesionales y empresas relacionados con las industrias creativas.
-1300 m2 de comercio al interior de la llamada Nave Italia, el noble edificio de albañilería que sirve de fachada al complejo industrial por Av. Italia. De variados tamaños, el comercio que se plantea sigue la línea de lo que ya existe en la actualidad sobre esta calle: pequeñas boutiques, tiendas de diseño, galerías, librerías, cafés y pequeños restaurantes, que animan el perímetro de la plaza.
-Un mercado gastronómico de más de 1000 m2. Como una suerte de reinterpretación de los mercados de abastos criollos, se plantea un recinto cubierto que reúna la venta de productos delicatessen con la gastronomía ofrecida por pequeñas cocinerías y áreas de comedores que funcionan de manera simultánea.
-Un hotel Boutique de 1700 m2.
-1000 m2 de equipamiento gastronómico.
-El Centro Cultural Factoría Italia. El buque insignia del proyecto se ubica en el Ex-Teatro Italia. El proyecto reconoce la nobleza de sus espacios y dimensiones a través de un hall de acceso de 5 alturas y 2 enormes lucarnas que proveen a todo el recinto de luz natural. En su interior acoge espacios de exhibición de diversos tamaños y características espaciales de modo de ser capaz de soportar los más diversos tipos de eventos culturales. Incluye una sala de cine de 140 butacas que vuela por sobre el hall de acceso, y pequeño comercio relacionado a la actividad, como librerías, un café y un rooftop bar.
El centro cultural además cuenta con una sala de eventos en subterráneo de 1000 m2, repartidos en dos plantas, para la realización de eventos que requieran de una mayor capacidad.
Sustentabilidad.
El proyecto Factoría Italia plantea estrategias para la reducción del consumo energético. Se proponen sistemas de reutilización de energía y de gestión eficiente para el uso del agua. Además crear espacios de reciclaje de residuos. Asimismo se implementara un sistema de gestión eficiente para el consumo eléctrico y se apoyara con un sistema de paneles solares en las cubiertas de las antiguas naves industriales que miran hacia el norte. Además está en estudio preliminar la posibilidad de inyectar energía eléctrica a la red de la ciudad.
Arquitectos
Albert Tidy, Gabriel Cáceres y Daniel LazoUbicación
Italia, Santiago Metropolitan Region, ChileImágenes
Jorge SilvaSuperficie
36283.0 m2Año Proyecto
2013Fotografías
Cortesía de Tidy Arquitectos