March 6, 2009 to June 7, 2009
Exposición en Caixa Forum, Barcelona Caixa Forum (Av. Marquès de Comillas, 6) De lunes a domingo, de 10 a 20.00 horas 6 de marzo a 7 de junio de 2009
“El arquitecto británico Richard Rogers ha sido calificado a menudo como el último humanista por su voluntad de crear espacios públicos capaces de englobar la diversidad y complejidad del mundo actual y también, de contribuir a nuevas formas de vida colectiva”
Con esta breve pero descriptiva frase acerca de la obra de Richard Rogers, se inicia el recorrido por una exposición que, a mi forma de ver, es una de las mejores exposiciones de arquitectura de los últimos años. No solo porque la obra de Rogers es de por sí interesante, si no también, por el montaje, la calidad de la información y el cuidadoso recorrido cronológico detallado a lo largo del montaje.
La muestra es un trabajo monográfico a cargo del curador Rogers y Olivier Cinqualbre, conservador del Centro Pompidou y fue presentada en el Centro Pompidou de París coincidiendo con el 30º aniversario de su apertura. La exposición consiste en una revisión detallada de los trabajos de Richard Rogers, desde sus primeros años cuando comenzó trabajando con Norman Foster (el Team 4: su esposa Su Rogers, el matrimonio formado por Norman Foster y Wendy Cheesman y el mismo) en la década de los sesenta, pasando por el diseño del Centro Georges Pompidou (1971-1977) en colaboración con Renzo Piano en los setenta y repasando los numerosos proyectos desarrollados a partir de 1977 hasta la actualidad desde su propio despacho de arquitectura.
El recorrido completo se encuentra ilustrados con todo tipo de materiales: maquetas, dibujos, fotografías, filmes o escritos del arquitecto. De forma muy dinámica y con el uso de intensos colores (ya desde el diseño del Pompidou hasta la tapa de sus libros, empezando por Cities for a Small Planet) que han sido característicos a lo largo de su carrera, la exposición invita claramente a la reflexión. En el manifiesto mismo, podemos leer frases tan contundentes como:
“El ejercicio de la arquitectura es indisoluble de los valores socioeconómicos de los individuos que la realizan y de la sociedad que la sustenta”
El recorrido comienza con la maqueta de la Casa Zip-up, un proyecto no-construido del año 1968 y en el que Rogers plasma sus primeras inquietudes acerca de lo que la arquitectura es para el en la actualidad: los edificios como máquinas funcionales, sostenibles, con un gran uso de elementos prefabricados y en los que el control medioambiental permite crear ambientes climatizados mediante la combinación de elementos naturales y tecnologías de última generación.
Proyectos como el Centro Georges Pompidou se muestran al detalle: están aquí las primeras maquetas de diseño presentadas a concurso, así como la maqueta final utilizada con fines constructivos. Un completo archivo fotográfico muestra detalles de la construcción a los que de otra forma es difícil acceder, ya que forman parte de la colección privada del Centro.
Un gran espacio se encuentra dedicado al emblemático Millenium Dome, una enorme estructura textil para uso recreativo, construida para recibir el año 2000 a orillas del Támesis que representó una gran inversión para el gobierno británico y que en este momento está siendo desmontada para reutilizar algunas de sus partes y cambiar su uso y reincorporarla al nuevo planeamiento urbano de la zona.
La mesa dedicada al Centro de Exposiciones en Tomigaya cuenta con material de gran calidad para poder comprender el funcionamiento de este edificio diseñado en 1990 y no construido. Con una estructura de poleas y piezas metálicas (que parecen un Mecanoo), Rogers plantea un área de exposiciones cuyos entrepisos pueden variar de altura al moverse con estas poleas. Si la exposición es para elementos de grandes dimensiones, el piso superior puede subir y en el caso de necesitarse espacios más homogéneos, las losas pueden colocarse a alturas similares en las diferentes plantas del edificio. Un ejemplo claro de tecnología de la construcción.
No se puede pasar por alto la influencia de las Utopías de los años 60 y 70 (recordemos el post de hace unas semanas Utopías Reloaded) y reconocer sobre todo, la influencia de Yona Friedman en el diseño que realizó Rogers para el Módulo ARAM, la asociación Médica para la Ayuda Rural, que no pudo construirse, pero que pone de un manifiesto de sus intereses por este tipo de diseños utópicos tan representativos de esos años.
La exposición hace énfasis en dos aspectos importantes para la filosofía de Richard Rogers: sostenibilidad y diseño urbano.
Los criterios sostenibles que se incorporan a los edificios desde la etapa de prediseño y que se van depurando a lo largo de todo el desarrollo de cada proyecto se ven muy bien explicados en algunos edificios en particular, como: el Tribunal de Amberes, el Tribunal de Burdeos, la Asamblea Nacional de Gales y la Terminal 4 del Aeropuerto de Madrid.
Sus principios urbanísticos quedan claramente reflejados con la presentación de diversos planes urbanos que ha diseñado, tanto para Londres como para otras ciudades europeas. El mismo lo plantea con estas palabras:
“La única manera de controlar el crecimiento urbano es mediante la creación de ciudades compactas, basadas en un diseño de calidad, inclusión social y responsabilidad medioambiental”.
El proyecto que cierra la exposición es la actual obra de las Arenas de Barcelona. Imagino que, haciendo un guiño a la ciudad en la que se presenta la exposición, se ha ubicado como punto final de la misma. Un estudio completo de maquetas, dibujos, vídeo que permiten ver la obra de reconversión de una antigua plaza de toros en un centro lúdico y comercial. Luego sales del edificio, giras a la izquierda y si aún tienes curiosidad de ver un poco más, puedes acercarte a la obra misma y ver in situ como crece.