La industria del píxeles multimedia, es una industria en constante crecimiento, la cual siempre esta buscando versátil y poderosas soluciones arquitectónicas que pueden crear ilimitadas configuraciones para ofrecer más diversos tipos de edificios, fachadas o estructuras. Se toma a continuación la iluminación de la Fuente Baku Flame (Llama Baku) por la oficina italiana Griven, ubicada en el centro de la capital de Azerbaiyán que ejemplifica una impecable interfaz del sistema de iluminación de la torre junto al control de sonido.
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El requerimiento principal para esta obra extraordinaria fue ante todo la flexibilidad modular, que fuera instalable en una estructura de 30 metros de altura situado en un lugar con fuertes vientos. En segundo lugar un control digital, sobre todas las funciones fue un requisito indispensable para gestionar perfectamente el esquema de iluminación compleja de la escultura de la llama, que también se requería para armonizar con la coreografía de chorros de agua de las tres fuentes alrededor del Baku Flame Fountain.
La solución para esto la ofrece la oficina de iluminación, Grivem, con su nuevo producto, Gráfico-i-Code. Gráfico-i- Code es un sistema versátil de nueva concepción y la solución de gran alcance en la iluminación arquitectónica que cuenta con numerosas configuraciones. Montado en gran superficies, este alto impacto IP65 a todo color Módulo LED se puede utilizar para proyectar videos de baja resolución, imágenes, o mostrar un diseño sin límites de los patrones gráficos.
Se logran efectos sorprendentemente sincronizados coincidentes de agua, luz y música. Baku Flame Fountain es una obra maestra que paga por completo la invocación en la tecnología de iluminación.
Desde su inauguración en Diciembre del 2011, Baku Flame Fountain (Fuente de Llama Baku) se ha convertido rápidamente en un símbolo nacional de Azerbaiyán, país que lleva una íntima conexión con el fuego lo que no fuera posible sin su iluminación atractiva de colores cambiantes sobre la fachada de esta fuente de escala masiva. Azerbaiyán siempre ha sido llamada “la tierra de fuego” debido a sus yacimientos de gas que causan muchos de los fenómenos de la “quema de las laderas”. La llama se topa por igual, representando el éxito de Azerbaiyán como país líder en la producción de aceite y de gas.
