Se trata de la renovación y ampliación de este edificio militar construido en 1873. La intervención realizada por el Estudio de Daniel Libeskind contempla un nuevo y gran volumen triangular que se eleva 100 metros por sobre el nivel de la tierra. Realizado en acero, hormigón y vidrio, el volumen en V irrumpe en la horizontalidad del edificio clásico, como un punto de inflexión y verticalidad.
Este nuevo museo situado en un antiguo complejo militar dado de baja al norte de Dresden, representará la historia militar de Alemania, incluyendo las I y II Guerra Mundial, el Holocausto, entre otros. La intervención sumará nuevos espacios, galerías y pasillos de forma sugerente, donde la historia se irá develando conforme se recorre el edificio.
Abrió sus puertas este sábado recién pasado y con una inversión de 85 millones de euros y con 14.000 metros cuadrados, este museo se ha transformado en el más grande de Alemania.
El arquitecto comenta que la intervención agresiva, se debe principalmente a la misma historia Alemana, llena de sobresaltos y recovecos.
La irrupción rompe el esquema de la galería lineal, generando dos nuevas alas a ambos lados del fragmento: La Primera Guerra Mundial hacia el oeste y la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría hacia el este. Asimismo el volumen de Libeskind adiciona 5 niveles de galerías y salas de exposición abiertas e irregulares.
El nuevo espacio se contrapone a la apertura y linealidad del edificio militar, en este lugar el museo se descubre al mismo tiempo que sorprende al visitante. Helicópteros colgados verticalmente, bombas y explosivos suspendidos, impresionan y a su vez acercan la fuerte historia militar alemana hacia la población civil.