La vivienda para estudiantes ha experimentado una transformación notable durante el último siglo. Una vez vista como una necesidad utilitaria, proporcionando refugio y servicios básicos para estudiantes, esta tipología arquitectónica ha evolucionado para abordar demandas sociales, culturales y urbanas cada vez más complejas. Comenzando con el enfoque modernista de Le Corbusier en la Cité Universitaire en París, la residencia estudiantil ha reflejado tendencias más amplias en arquitectura, urbanismo y cambio social.
Hoy en día, estos edificios deben atender a una población altamente diversa y transitoria, navegando las presiones de asequibilidad, densidad y los estándares de vida en evolución de los jóvenes adultos. Con la rápida urbanización y el aumento de la movilidad estudiantil, las universidades enfrentan ahora el desafío de diseñar viviendas que no solo sean funcionales, sino también adaptables a diferentes contextos culturales y sociales. Esto ha llevado a soluciones más flexibles e innovadoras que promueven tanto la privacidad como la vida comunitaria.