El enfoque arquitectónico del ganador del Premio Pritzker 2011, Eduardo Souto de Moura, puede ser difícil de resumir. Sus convicciones sobre cuestiones de estética y diseño son sólidas, pero también muy individuales y, en ocasiones, incluso inusuales. En su trabajo, esto se traduce en edificios enigmáticos, pero no llamativos —en palabras del jurado del Pritzker Prize 2011 sus edificios "tienen una capacidad única para transmitir características aparentemente conflictivas: poder y modestia, valentía y sutileza, autoridad pública audaz y sentido de intimidad, al mismo tiempo”. En la última entrevista de su serie “City of Ideas”, Vladimir Belogolovsky habla a Souto de Moura para probar su mente arquitectónica y comprender el pensamiento detrás de estas obras poderosas pero modestas.
Eduardo Souto de Moura: “Más allá de una solución, busco una expresión”
Las posibilidades del concreto pigmentado: 18 edificios impregnados de color
Cuando pensamos en el concreto, generalmente se nos viene a la cabeza el color gris. La mezcla tradicional del hormigón, compuesta por cemento, grava, arena y agua, puede presentar variaciones en sus elementos compositivos, pero siempre varía entre el gris claro y el oscuro. Sin embargo, un recurso cada vez más utilizado es el de agregar pigmentos a la mezcla para alcanzar colores variados en la apariencia final de la obra. Los colores amarillo, rojo y sus derivaciones (marrones) se obtienen con la adición del óxido de hierro, mientras que el óxido de cromo y de cobalto crean el efecto de color verde y azul, respectivamente. Para el concreto negro, generalmente se incluyen óxido de hierro negro y óxido de carbono, combinados con cemento puzolánico.