
En 1978, se le plantea a Rogelio Salmona la idea de diseñar una casa para alojar a los invitados de la presidencia de la República de Colombia en Cartagena, ciudad declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural y Arquitectónico de la Humanidad. El arquitecto acepta y desarrolla el encargo cuyo proceso de construcción finaliza en el año de 1981.