El bienestar mental es un verdadero tema de preocupación en arquitectura. Una encuesta reciente de The Architects' Journal reveló que más del 52% de los estudiantes de arquitectura expresó preocupación con respecto a su salud mental. [1] Cuando se considera las largas horas, la naturaleza competitiva de la carrera, así como la duración de esta, tal vez esto no es sorprendente. La actitud de "pasar de largo" de la mayoría de las escuelas de arquitectura exacerba el problema, pues los estudios demuestran que una carencia del sueño reduce la resiliencia de la mente frente a problemas tales como ansiedad y depresión.
Sin embargo, este aspecto del sistema de educación arquitectónico no está mostrando ningún signo de cambio. ¿Qué pueden hacer los estudiantes de arquitectura (y sus contrapartes profesionales) para minimizar el impacto que la arquitectura tiene en su bienestar psicológico? Yo diría que la respuesta, al menos en parte, se puede encontrar en la práctica de la meditación.