Al mirar atrás los proyectos arquitectónicos publicados en 2020, como parte de nuestra revisión anual, podemos distinguir varios elementos y soluciones arquitectónicas recurrentes en términos de materiales, programas y usos.
Debido a que la industria de la arquitectura se mueve de forma menos acelerada que otras, encontramos muchos aspectos en el diseño y la construcción que vienen desarrollándose desde hace varios años, y en 2020 se han posicionado aún más fuertemente. Creemos entonces, que las tendencias en el mundo arquitectónico podrían definirse no solo por lo que ha sido recurrente y popular, sino también por aquello que ha demostrado ser relevante y sustancial.
En nombre de todo el equipo de ArchDaily, nos gustaría agradecerles su apoyo: su participación ayudó a que el 2020 fuera un año mejor. Podemos decir con satisfacción que este año, más que cualquier otro, hemos llegado a profesionales de la arquitectura de todo el mundo, aportando herramientas e inspiración para crear mejores espacios.
Con más de 5.500 proyectos publicados a lo largo del año, nuestro equipo de curadores se complace en compartir esta selección de los 100 proyectos más visitados de 2020. Esta lista representa lo mejor del contenido creado y compartido por la comunidad de ArchDaily durante los últimos 11 meses.
Si bien la instalación práctica de la domótica está asociada con nuevos proyectos, es posible adaptar una obra ya construida de manera relativamente sencilla. Tanto en pequeñas como en grandes remodelaciones, estos sistemas pueden entregar un nuevo funcionamiento automatizado que responda a los requerimientos y necesidades de sus usuarios, mejorando la habitabilidad y el confort de sus espacios, aumentando su seguridad, y potenciando a largo plazo el ahorro de energía y dinero. En este sentido, ¿qué consideraciones hay que tomar para transformar un proyecto de arquitectura en uno "inteligente"?
En los últimos años hemos publicado numerosos artículos relacionados con la madera. Desde abordar las tendencias de su uso, las posibilidades de la madera en bruto, los diferentes tipos de tableros, la madera curva, sus acabados, hasta sus innovaciones en estructuras de edificios altos o su comportamiento frente al fuego, el tema siempre genera mucha repercusión. Concretamente, las estructuras de Madera Laminada Cruzada (CLT) han emergido como una solución altamente eficiente, además de presentar otros beneficios térmicos, sísmicos e incluso sensoriales a los ocupantes, siendo señaladas por los especialistas como el hormigón del futuro. Pero cuando publicamos artículos en las redes sociales, siempre nos encontramos con comentarios de nuestros lectores preocupados por el impacto en la tala de árboles para todos estos usos. Al mismo tiempo que apostamos por la madera como el gran material de construcción del futuro, nos preguntamos: ¿es posible seguir utilizando madera? ¿hasta que punto es realmente sostenible?
Hay obras que emplazan los grandes egos de quienes practican esta profesión, y hay arquitecturas que proponen lo contrario. Prácticas cuyas obras armonizan -de manera casi poética- los elementos arquitectónicos construidos con respecto al entorno natural donde se construyen. También están las obras que se acoplan al orden morfológico de la naturaleza, resultando en un lenguaje orgánico y generando así espacialidades interiores sumamente peculiares y únicas.
Una tendencia de diseño emergente está llenando el vacío entre el mobiliario y la arquitectura dando forma al espacio a través de los objetos en la intersección de ambos, creando un entorno dinámico y altamente adaptable. Ya sea como consecuencia del aumento de la demanda de flexibilidad en los espacios pequeños o como expresión arquitectónica de una sociedad orientada a los dispositivos, los elementos que se encuentran entre la arquitectura y el mobiliario abren la puerta hacia una mayor versatilidad del espacio. Estos objetos operan en la convergencia de las dos escalas de la interacción humana, tallando un nuevo enfoque de diseño para los espacios interiores habitables.
Si bien la pandemia de coronavirus cerró los cines en todo el mundo durante meses, actualmente la industria mira hacia el futuro, ya que apunta a repensar la experiencia de ir al cine. Así como las multitudes acudieron al cine después de la pandemia de 1918, la industria también cambiará nuevamente a medida que responda a los nuevos modos de ver películas juntos.