
Ciudades de todo el mundo están desarrollando planes de acción integrales para crear una respuesta coordinada a los desafíos del cambio climático. Los objetivos y metas para las emisiones basadas en el consumo son importantes para guiar la planificación estratégica y la toma de decisiones, mejorar la rendición de cuentas y comunicar la dirección del viaje a las empresas y al público. Los funcionarios de los gobiernos nacionales y regionales están trabajando con el sector privado, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para generar cambios en todos los niveles, desde intervenciones estructurales en cadenas de suministro e industrias hasta elecciones individuales. Esto demuestra una comprensión cada vez mayor del papel de las ciudades en la mitigación de los efectos adversos del aumento de las temperaturas.