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Arquitectos: Humberto Conde Arquitectos
- Área: 576 m²
- Año: 2017
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Mientras nuestras ciudades se densifican y los edificios se vuelven cada vez más mixtos, tendemos a pasar mucho tiempo en entornos ruidosos. Cuando pensamos en el confort acústico, rara vez pensamos en espacios como restaurantes, locales y grandes oficinas; lugares con mucha gente, maquinarias y ruido de fondo. La calidad del sonido puede cambiar por completo la experiencia de las personas en un espacio interior, y mejorar la acústica del espacio depende del tratamiento de todas sus superficies, desde los muros hasta los pisos y techos. En este artículo presentaremos una variedad de soluciones para techos, pisos y muros, sus diferentes combinaciones, y una sencilla guía de cómo aplicarlas correctamente en espacios públicos sin comprometer la estética del interior.
Los investigadores señalan a los Jardines Colgantes de Babilonia como los primeros ejemplos de techos verdes. Aunque no hay pruebas de su ubicación exacta y existe muy poca literatura sobre sus estructuras, la teoría más aceptada es que el rey Nabucodonosor II construyó una serie de terrazas elevadas y ascendentes con especies variadas como regalo a su esposa, quien extrañaba los bosques y las montañas de Persia, su tierra natal. Según Wolf Schneider [1] los jardines estaban sostenidos por bóvedas de ladrillo, y debajo de ellos, había una serie de pasillos sombreados enfriados por el riego artificial de los jardines, con una temperatura mucho más baja que la del exterior, en la llanura de Mesopotamia (actual Irak). Desde entonces, han aparecido ejemplos de cubiertas verdes en todo el mundo, desde Roma hasta Escandinavia, en los más diversos climas y tipos.
Aún así, la solución de incluir plantas en el techo todavía es vista con desconfianza por muchos arquitectos y urbanistas, siendo considerada una solución costosa y difícil de mantener. Otros, sin embargo, argumentan que los altos costos de ejecución se amortizan rápidamente con ahorros en climatización y que, por sobre todo, ocupar la quinta fachada del edificio con vegetación es una solución racional. En cualquier caso, la pregunta se centra ahora en si realmente los techos verdes pueden ayudar con el cambio climático.
Sin incluir una bañera, y sin necesidad de puertas, mamparas ni cortinas, las duchas a ras de suelo –también llamadas walk-in–, permiten aumentar visualmente el espacio al diseñar baños, entregándoles una imagen limpia y reducida a lo esencial.
Sin embargo, para su diseño se deben tomar algunas precauciones. Lo más importante: la ducha no puede quedar completamente abierta, aunque lo parezca a simple vista. La mayoría de los diseños incorporan un vidrio templado que evita que el agua "rebote" fuera del espacio de baño, cerrando sutilmente el espacio. Cuando esta división transparente no cuenta con marcos, es menos probable la aparición de hongos por acumulación de agua y humedad.
Hay pocas cosas que nos fascinan más que el mar. Su contemplación suscita un sentimiento de paz y sus colores, movimientos y amplitud proporcionan un efecto –científicamente comprobado– de relajación en nuestro sistema nervioso. Sobre todo, nos hace percibir lo pequeños que somos ante el universo. No es casual que una casa frente al mar sea un sueño para muchos. Y con una piscina justo delante, aún más.
Las piscinas (albercas o piletas) 'infinitas', sin bordes, juegan con ese sentimiento de infinidad entre el mar y el cielo. A través de la disposición inteligente de planos y niveles, se crea una ilusión óptica que hace que el agua de la piscina parezca fusionarse con el horizonte, desbordando en uno o más de sus bordes. Pero antes de planificar su foto en Instagram, con una copa de espumante en la mano, es interesante entender cómo se construyen.