
-
Arquitectos: Estudio Rafael Freyre
- Área: 3600 m²
- Año: 2018
-
Proveedores: Bozovich, Hilite, Lima Sound, Vantage
Si quieres sacarle el mayor partido a nuestro sitio, regístrate.
Durante la última década, la arquitectura destacada y difundida del Perú se ha alejado lentamente de la vivienda unifamiliar, presentando una prometedora producción de edificios educacionales, restaurantes, oficinas y viviendas colectivas.
Esta última categoría agrupa una serie de edificios privados que se caracterizan por mantener una escala adecuada a sus contextos urbanos, transformándose en buenos ejemplos de una arquitectura que permite la habitación conjunta de varias familias en un mismo terreno, pero manteniendo una baja densidad general. Su baja altura, además, se ve acompañada por sugerentes operaciones en sus fachadas y recintos interiores, insinuando una búsqueda consciente por generar buenos espacios de vida para sus habitantes.
En la década que ha transcurrido desde el comienzo de la crisis financiera, se ha dado una explosión en el número de despachos de arquitectura que han perseguido modelos de negocio ingeniosos e inusuales—entre los más populares está el concepto del arquitecto-desarrollador, que funciona como su propio cliente. Con su despacho de arquitectura y desarrolladora inmobiliario JSa, Javier Sánchez ha demostrado desde mucho antes de la crisis que este concepto funciona.
En la más reciente entrevista de la serie City of Ideas—y la tercera de ellas con arquitectos mexicanos, después de Alberto Kalach y Mauricio Rocha y Gabriela Carrillo—Vladimir Belogolovsky habla con Sánchez acerca de los beneficios de trabajar como su propio cliente y cómo JSa utiliza su modelo de negocios para mejorar la ciudad.