La lucha de las mujeres por el reconocimiento de que su aporte a la sociedad no es sólo reproductivo, ha sido una constante en el tiempo. De ser invisibles, y rezagadas al dominio de lo privado, hoy las mujeres han pasado a asumir nuevos roles que antes les eran negados y los espacios ganados, han ido modificando la manera en que participan de la vida de la ciudad.
Sin embargo el exceso de burocracia, indolencia y falta de voluntad han dejado los cambios físicos de la ciudad en un evidente desfase, distanciados de los cambios ideológicos, quedándose muchas veces en los discursos del como debiera ser.