El proyecto Granito de Anna Saint Pierre busca nuevos componentes arquitectónicos en estructuras demolidas.
Los rápidos cambios urbanos suceden sin que muchos se den cuenta, pues grandes partes de la historia de una ciudad desaparecen de la noche a la mañana: lo que una vez fue un muro de piedra tallada ahora es de vidrio y metal pulido. El sitio de construcción siempre será un sitio de demolición.
Este es el hilo conductor de Granito, un proyecto de la joven diseñadora francesa e investigadora doctoral Anna Saint Pierre.
Desarrollado en respuesta a un complejo de oficinas parisino de finales del siglo XX que sufriría una importante remodelación que implicaría su demolición, es que se desarrolla el trabajo de preservación de materiales que Saint Pierre llama "reciclaje in situ".
Su propuesta argumenta que la colección de los paneles de granito de la fachada gris oscuro del edificio podría formar la base de una economía circular. "Ya no está de moda", esta piedra melancólica, todas las 182 toneladas, sería removida y pulverizada, y luego serían incorporadas al piso de terrazo en la actualización del edificio.