
La desurbanización progresiva de Detroit paradójicamente en la que podría ser “la era de las ciudades” como consecuencia de la desintegración de la estructura económica y de su organización social, transforma una de las ciudades más económicamente vigorosas de los Estados Unidos para la mitad del siglo XX; en una vasta huella de vacío parcelario que produce islas, objetos solitarios en la llanura.