Tras cinco años de nuestra primera aproximación a la recóndita subestructura del viaducto #2 en el Parque Albarregas, ciudad de Mérida – Venezuela, y más de diez años desde su reapropiación impulsada por una proliferante comunidad de skaters y artistas urbanos, al pasar del tiempo, el núcleo cultural resiste como un espacio endógeno a la velocidad de su propia efervescencia.
Marcos Coronel
La transgresión del espacio: Cinco años de un parque cultural endógeno en Venezuela
Hacia una remediación desafiante de las ciudades (hace mucho tiempo que son deficientes)
La ciudad como la conocemos está colapsando y es incapaz de plantear nuevas alternativas de vida. El virus nos está obligando a asimilar el agotamiento de las edificaciones que comprende la ciudad y de los sistemas en cómo ha sido concebida toda la urbe en sí misma. Actividades básicas separadas por kilómetros de distancia entre calles que no pueden ser transitadas, naves y galerías como envolturas cerradas y aclimatadas artificialmente que ya no admiten concentraciones, y que por ende tampoco son visitables, capsulas infrahumanas apiladas una sobre otra en torres que no contemplan espacios abiertos, áreas comunes, ni naturaleza, donde prácticamente no existe contacto con el exterior, serán cada vez mas disfuncionales con el paso el tiempo.